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Cincuenta años y no hay reparaciones: el drama de muchas escuelas del país.
Hace menos de un mes, 3 millones 200 mil estudiantes regresaron a los salones de clases y se toparon con algo que no es sorpresa: muchos centros educativos se caen a pedazos conforme pasan los años. Este es el caso de dos escuelas en Joyabaj, Quiché, que en la anterior administración no lograron ser incluidos […]
Publicado el 03 Feb 2020

Cincuenta años y no hay reparaciones: el drama de muchas escuelas del país.

Hace menos de un mes, 3 millones 200 mil estudiantes regresaron a los salones de clases y se toparon con algo que no es sorpresa: muchos centros educativos se caen a pedazos conforme pasan los años.

Este es el caso de dos escuelas en Joyabaj, Quiché, que en la anterior administración no lograron ser incluidos en el programa de reparación de escuelas creado por el presidente Jimmy Morales.

Harim Estrada, supervisor del Ministerio de Educación del distrito de Joyabaj, cuenta que en aquel municipio: la Escuela oficial rural mixta caserío Rio Grande Los Llanos y la Escuela aldea Pachilip, llevan 30 y 50 años sin reparaciones y aunque el año pasado se hicieron los trámites para entrar en el plan de reparaciones se quedaron sin nada. Cuenta el caso de la primera escuela:

El techo ya tiene 30 años de uso y algunas partes ya se entra el agua de la lluvia. El año pasado se previó que estuviera incluida en el quinto programa de remozamiento y no fue tomado en cuenta; se hicieron todas las gestiones y encontraron inconvenientes y nos dijeron para que una siguiente fase. ¿cuál fue inconveniente? Que no cuadraron algunos números en el presupuesto, nosotros establecimos que para poder dejar la escuela en condiciones dignas eran Q125 mil, pero nos dijeron que teníamos que ajustar a Q75mil y al final no dieron ni uno ni otro.

En la escuela Semuy de El Estor Izabal han debido improvisar salones de clases debido a que no existe infraestructura, cuenta el docente Santiago Tut, profesor de la Escuela Semuy:

No contamos con aulas para preprimaria y primer grado; además tenemos paneles solares, pero están dañados, pero no sabemos si eso podría entrar en las reparaciones. Los conductos de agua de lluvia ya no sirven y cuando llega el invierno el agua corre por las aulas y nos afecta para las actividades.

En la capital la situación, aunque no es tan dramática, también presenta deficiencias. Candida Ávila de la Escuela Aplicación de Belén en la zona 1 nos dice:

Ese remozamiento nos lo dieron a nosotros el años 2018, tenemos el techo pintado porque no se pudo levantar todas las láminas, se cambiaron solo algunas porque solo para eso alcanzó, además la instalación eléctrica. En 2019, ya no nos dieron, ellos dicen que todo el mundo les da, pero no es cierto -es importante aclarar eso- si ya le dieron a uno ya no le vuelven a dar.

El programa de remozamiento de escuelas surgió en 2017 y durante  en el primer año se desembolsaron Q170 millones y se repararon 3 mil 249 escuelas. En 2019 el aporte fue menor: Q14 millones, y solo se atendió a 249 centros educativos.

Héctor Canto, exviceministro de Educación cuenta que el programa no contaba con fondos asignados:

No teníamos presupuesto, sino que fue una ampliación que autorizó la presidencia para que el ministerio de Finanzas nos diera Q170 millones y tuvimos que capacitar a padres de familia, enviara a técnicos de campo para evaluación de escuelas, hacer un proyecto de costos y hubo asignaciones desde Q15 mil hasta Q75 mil.

Al no haber una asignación especifica los docentes tienen incertidumbre sobre la continuidad de este programa. El profesor Estrada de Quiché, comenta:

Que gestionen para ver donde se consigue material de reparación, las comunidades dicen que están anuentes a apoyar con la mano de obra solo que se compren los materiales.

Será la nueva administración la que deberá evaluar la continuidad del programa de remozamiento.

Henry Bin

Periodista

Sobre Henry Bin

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