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Futbolistas guatemaltecas: salgan del país, aquí no vivirán del fútbol
En 2021, la liga nacional de fútbol femenino de Guatemala duplicó el número de equipos inscritos: pasó de tener 12 a 24, pero la realidad de las jugadoras de la liga no cambió: siguen sin recibir un salario por su profesión. En 2016 la Federación de Fútbol de Guatemala (Fedefut) firmó el acuerdo “One Concacaf” […]
Publicado el 21 May 2021

Futbolistas guatemaltecas: salgan del país, aquí no vivirán del fútbol

En 2021, la liga nacional de fútbol femenino de Guatemala duplicó el número de equipos inscritos: pasó de tener 12 a 24, pero la realidad de las jugadoras de la liga no cambió: siguen sin recibir un salario por su profesión.

En 2016 la Federación de Fútbol de Guatemala (Fedefut) firmó el acuerdo “One Concacaf” en el cual pactó una inversión de US$50 mil entre el 2016 y 2020, dirigidos al fútbol femenino. Estos fondos fueron destinados a materiales y servicios del personal.

Por la pandemia, la Fedefut firmó el acuerdo de inversión “Apoyo de la FIFA Covid-19” y destinaron US$500 mil para el desarrollo del fútbol de mujeres, de los cuales la Liga Nacional recibió US$50 mil, destinados a mitigar las pérdidas de ingresos por entradas a partidos y derechos de transmisión, entre otros daños causados por la pandemia.

Ninguna de las 300 jugadoras en la liga recibe un salario. Así lo confirmó el vicepresidente de la liga de fútbol femenino, Jonathan Interiano, en una entrevista para ESPN Guatemala. Los futbolistas de la Liga Nacional Masculina, en cambio, devengan entre Q10 mil y Q15 mil mensuales.

Las jugadoras deben salir del país para seguir una carrera. María Amanda Monterroso, de 27 años, jugadora del PM Friol, de la Liga Reto Iberdrola en España y de la selección guatemalteca,  compara la el fútbol español y el guatemalteco:

“La mayor diferencia es que uno es profesionalizado y el otro no. El fútbol español cuenta con inversionistas y personas que respaldan a la mayoría de equipos, por lo tanto los equipos tienen los suficientes recursos económicos para poder desarrollar un proyecto estructurado y profesional. Creen en el fútbol femenino y lo apoyan”. 

El salario promedio de una jugadora en España es de 17 mil euros anuales, según un informe de la Liga Iberdrola. Cada club es responsable del pago y no recibe dinero de la federación para estos gastos. En contraste, el sueldo promedio de los hombres es de casi 3 millones de euros anuales.

Daniela Andrade es una exfutbolista guatemalteca de 29 años, quien jugó en la Universidad del sur de Florida, Clarita Blue Heat, Boston Breakers y Santiago Morning. Fundó la agencia OP Sports y se dedica a posicionar atletas en universidades de Estados Unidos, Canadá y México:

“Mi recomendación sería irse al extranjero, sobre todo a nivel universitario en Estados Unidos. Creo que tener una beca deportiva es la mejor forma en la que te pueden pagar. Costa Rica es un vivo ejemplo de lo que ha hecho, la mayoría de sus jugadoras lo primero que hicieron fue irse a Estados Unidos a nivel universitario y así fue como realmente la selección de Costa Rica logró posicionarse al nivel al que se posicionó hace 3-4 años. La mayoría de sus jugadoras estaba en el extranjero y hoy por hoy, esas jugadoras ya están de regreso en Costa Rica pero con con otro nivel, otros conocimientos y otra ideología, con más profesionalismo, que ha hecho que poco a poco el fútbol femenino en Costa Rica crezca un poquito más”.

Una beca en Estados Unidos cubre los gastos de la matrícula, alojamiento, viáticos y seguro médico. En el nivel profesional las jugadoras reciben US$20 mil anuales; mientras que los hombres, alrededor de US$345 mil anuales. Por otro lado, Costa Rica llegó a su primer mundial femenino en 2015, pero aún así, las jugadoras no reciben un salario por jugar en su liga. En cambio, sus futbolistas cobran un salario mínimo de US$715 mensuales.

Teresa Maldonado, de 16 años, es portera del Deportivo Xela. Actualmente, es estudiante y quiere dejar el país para convertirse en una futbolista profesional:

“El salir del país e ir a jugar a equipos del extranjero es el sueño de la mayoría de jugadoras. Yo si lo he tenido, si ha pasado por mi mente quedarme en Guatemala, pero de esto no se puede vivir acá. Hay otros países que realmente si apoyan el fútbol femenino y ven talento, creo que en ese caso si se podría aprovechar la oportunidad de salir”.

Nicolás Simán