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Llegó al IGSS por una cirugía, salió inválida, además agotó sus pagos de suspensión
Rosa Cortés, tiene 38 años y dos hijos de 13 y 16 años. Nació en Jalpatagua, Jutiapa y creció en Nueva Concepción, Escuintla, pero finalmente migró a la ciudad: vive en Guajitos, zona 21.  Solo aprobó hasta el 6° grado primaria y así fue como logró, durante 15 años, ser operaria en una maquila de […]
Publicado el 09 Mar 2021

Llegó al IGSS por una cirugía, salió inválida, además agotó sus pagos de suspensión

Rosa Cortés, tiene 38 años y dos hijos de 13 y 16 años. Nació en Jalpatagua, Jutiapa y creció en Nueva Concepción, Escuintla, pero finalmente migró a la ciudad: vive en Guajitos, zona 21.  Solo aprobó hasta el 6° grado primaria y así fue como logró, durante 15 años, ser operaria en una maquila de la avenida Petapa, zona 12. La empresa confecciona playeras que luego son exportadas a EE.UU. y Canadá.

En 2008, la joven trabajadora empezó a padecer de hemorragias vaginales, las cuales motivaron suspensiones constantes. Esperó diez años para ser sometida a una cirugía de extirpación de quiste y para retirar su matriz en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).

 Ingresé al quirófano, me llevaban sedada y a media operación escuché: ¡Doctora, Doctora, la paciente ya está volviendo! Y ella me dijo “solo no vaya a hablar y me señala dónde le duele” yo ya no aguantaba mis piernas. Cuando me llevaron a la sala de recuperación yo no volvía, a lo lejos escuchaba que decían: “la señora no reacciona, ¡señora, señora, abra sus ojos… mueva sus piernas, si no, no la podemos llevar a la sala de visitas”. Yo moví solo una pierna, la izquierda no.

La operación dejó inválida la pierna izquierda de la mujer, ahora debe usar un bastón para caminar y desde agosto 2018 no levantan su suspensión laboral.

 Al mes, me dijo la doctora de que posiblemente por estar mucho tiempo acostada me había salido una hernia en la pierna, “pero ese dolor se lo van a tratar en la Periférica de la zona 11, porque aquí en Ginecología ya no”. Cuando llegué a la zona 11, de que podría ser el nervio ciático, luego me dijeron que me iban a tratar de lumbago. Me mandaron a hacer tomografías, resonancias y la doctora de Rehabilitación me dijo que me iba mandar al Ceibal para operación, porque según ella tenía seis hernias en mi columna. Llego al Ceibal y allá me dicen que no tengo hernias, que la doctora saber qué está pensando y que me tienen que curar el dolor con terapia y tratamiento.

El Seguro Social en respuesta escrita detalló que el 7 de junio 2018 la paciente fue operada sin inconvenientes y que un mes después de la intervención, se le informó del resultado de patología: cervicitis crónica, endometrio secretor, miometrio sin anormalidades diagnósticas. La respuesta oficial indica que la operaria padeció de infecciones, las cuales fueron tratadas. Y que luego la Periférica de la Zona 11 continuó con sus controles de rutina.

Rosa Cortés se apoya para caminar con un bastón desde 2018-

Finanzas afectadas

Las finanzas de Cortés se debilitaron a medida que su salud se hizo frágil: ingresó por una enfermedad común, salió con invalidez. El IGSS solo cubrió la cuota máxima de enfermedad: 273 días, 39 semanas.  La institución respondió:

“Por lo establecido en el artículo 30 del Acuerdo 468 de Junta Directiva, la afiliada ya no tiene derecho a subsidios por la misma enfermedad iniciada en el 2008, no obstante, sigue teniendo atención médica”

La maquila para la cual trabaja, en cambio, ha pagado desde agosto 2018 hasta ahora, sus prestaciones: mi bono 14, aguinaldo y ya voy a las vacaciones creo que también me lo va a dar.

Como operaria devengaba mensualmente Q3 mil 200, lo cual variaba según sus horas extra. A raíz de la suspensión, cada año, en las fechas correspondientes la compañía le entregó Q2 mil 500 de aguinaldo, Q 2 mil 500 en bono 14 y por vacaciones Q1 mil 200.

En la búsqueda de soluciones, la afiliada acudió a la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) y fue referida al Ministerio Público (MP). El 9 de junio 2019 expuso los hechos ante la Fiscalía Metropolitana.

Zulma Calderón defensora de la salud de la oficina del Procurador de Derechos Humanos, comenta que el IGSS está en ley cuando responde que por enfermedad común solo puede cubrir las 39 semanas. No obstante:

 “Con toda esta serie de estudios que ella tiene, espero que la haya evaluado en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) y que determinen que hubo negligencia, para abrir la puerta a una denuncia al IGSS”.

En el MP, según la afiliada, indagaron si contaba con la información de los médicos tratantes. Ella lo ignoraba y, aunque se comprometió a recopilar los datos, su estado de salud impidió que ella continuara con la investigación. Los fiscales no lo hicieron. Calderón:

Regularmente cuando hay una denuncia donde se sospecha negligencia o mala práctica, el MP secuestra los expedientes y no le anda pidiendo a los pacientes”

El MP responde que la negligencia médica no está tipificada como delito, pero lo configuran como un caso de lesiones y al ser en una entidad pública, el caso se sigue por incumplimiento de deberes. Se consultó el número de casos de este tipo que registra la entidad, pero refirieron la consulta a través de la oficina de acceso a la información.

A la fecha, en su expediente, la paciente cuenta con tres resonancias, cuatro tomografías y dos electromiogramas. No sana y sigue suspendida.

 

Henry Bin

Periodista

Sobre Henry Bin

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