EL 20 de febrero pasado el medio digital salvadoreño El Faro, publicó una entrevista con Yahir de León, un pandillero apodado “El Diabólico” de la Mara Salvatrucha (MS). La conversación se llevó a cabo en el Centro Penitenciario Fraijanes II y la nota fue titulada: “En las pandillas no se puede confiar, tampoco en el Gobierno de Guatemala, pero se puede dialogar”.

Aquel titular fue acertado:  Jorge Flores, director del Sistema Penitenciario admite que habló frente a frente con “el Diabólico”, trasladado junto con 213 miembros de su pandilla hacia Pavoncito el último domingo.

Yo hablé con él anteayer. El acuerdo es o salen ellos, pero el control lo vamos a tener nosotros, pero no ellos. Se les dijo para poderlos meter los programas de reinserción y al régimen progresivo, ellos debían cumplir con ciertos requerimientos y como él ya lo había anunciado entonces él dijo “yo me someto a estos programas, quiero contribuir con ustedes”

Pero en la entrevista con El Faro el líder pandillero envió un mensaje. A la pregunta qué de que si el gobierno no accedía al dialogó y la rehabilitación, respondió:

“Si no se da, pues no se da, ni modo. Yo sé que nuestra pandilla no está 100% limpia, hemos hecho maldad, no de ahorita sino desde hace años y hay que afrontar las consecuencias”.

En esa conversación con periodistas el líder de la pandilla dijo que en el 2006 habló con Giammattei cuando este dirigía el Sistema Penitenciario y que, por lo tanto, no necesita presentación, pues el presidente lo conoce. Su plan es

“que gobierno asuma el control total de todas las prisiones del país, incluyendo la suya y asegura que su pandilla reconocerá la autoridad oficial” y ayudará a reducir la criminalidad, pero que se les permita optar a programas de reinserción.

Y Pese a que el director del Sistema Penitenciario confirma que ha sostenido un careo con el líder Salvatrucha, Carlos Sandoval, portavoz presidencial señala:

No habrá un espacio en el que nos sentemos con un marero a negociar o dialogar temas que él por naturaleza debe de comprender. No hay forma de que un presidente se siente con este tipo de personas. Aunque afirma que se respetará la ley que se aplicará lo dispuesto a la reinserción.

Carlos Menocal, exministro de Gobernación en el gobierno de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), dice no es correcto que un gobierno negocie un acuerdo con pandillas:

Realmente lo que ellos buscan es beneficios más allá de los programas de reinserción. Ellos deben de tener programas, pero estos no deben ser privilegios.

Un expandillero de 36 años involucrado en las maras durante 14 años, al que ConCriterio contactó para esta nota cree al igual que al exministro que se debe estar alerta, y así califica el traslado de cárcel de los MS el pasado domingo:

Cometieron un gran error -las autoridades- al mover a la mayoría de los MS para Pavoncito ya que allá no hay mayor supervisión y lo que van a hacer es que van a tomar el control. Para ellos fue más favorable, pueden tener contacto con el narcotráfico y crimen organizado, ahí llegaron prácticamente a favorecerlos.

El director de Presidios responde que el traslado es temporal, mientras se hacen remociones y reacomodos:

Para lograr eso nosotros necesitábamos tener el control del centro carcelario y ya no tenerlo a él, porque si usted vive en su casa, pero la llave la tiene su vecino ¿quién tiene el control?

El funcionario agregó además que no puede obligar a convictos a optar a programas laborales o académicos, pero que estos serán proporcionados conforme a la ley.

En este punto el expandillero opina:

La reinserción debería ser gana-gana: si se ponen a confeccionar la ropa, ellos -el gobierno- debería de otorgar al reo el 50% para que cuando salga pueda tener capital para un negocio.

“El Diabólico” en la entrevista con El Faro dice que el gobierno debe tener el control de las cárceles, pero “pero no aislándolos” y si lo hace, debe hacerlo con pruebas de que ellos están extorsionando o matando desde adentro.