Una familia de ocho integrantes está aterrorizada en Santa Catarina Palopó, Sololá: como nunca, el fin de semana pasado, recibieron el odio de sus vecinos. Así lo cuenta Juan Cumes:

Linchemos a toda la familia porque ¿por qué recibieron a su familiar? ellos sabía que ya venía con la enfermedad, decían, pero él no tenía nada.

¿Qué despertó la animadversión?

Los Cumes recibieron a su pariente, un joven de 19 años deportado de Houston, Texas, Estados Unidos, y el estigma en torno a los deportados ante el posible contagio del virus inquietó a Santa Catarina Palopó. Los hechos mantienen hasta hoy con miedo:

La gente estaba inconforme cuando él llegó a la casa. Nosotros no nos juntamos con él, vimos cuando entró, pero las personas se alarmaron. Entonces me dijo: “mejor sácame, yo me voy a largar de acá” Y la Policía lo sacó como a las 10:30 PM, pero las personas estaban alteradas desde las 7:30 y la policía lo trasladó al hospital. ¿Los vecinos llegaron hasta su casa? Sí, nos amenazaron y querían linchar a toda la familia y más a mi hermano y salió golpeado: lo trataron como un delincuente, aunque venía con resultados negativos de Covid-19.

Los Cumes quedaron en confinamiento, obligados por la comunidad, temen que hayan sido contagiados. La situación se tornó compleja, pero en medio del caos, aún hay vecinos solidarios que llevan comida a su puerta:

Yo le agradezco a las personas que están apoyando, estamos pasando momentos difíciles, apartados de mi hermano. Sé que él está preocupado, ya no quiere regresar a Santa Catarina porque le causaron daño, lo están tratando como delincuente ¡eso no es justo!

Comunicación no llega

La alcaldía indígena jugó un papel crucial: Pedro Vásquez, vicealcalde indígena de Sololá, fue llamado por la Policía para calmar los ánimos, pues los lugareños estaban enardecidos.

El vicealcalde cree que falló la comunicación: no se ha difundido mensajes sobre la pandemia en Kaqchikel.

 “Tiene que hablar uno con la gente: nosotros tenemos un idioma que es Kaqchikel, entonces debe informar cómo viene la persona. Pero lo que ocurrió es que los pobladores no entendieron y el alcalde me llamó para que fuera hablar con las personas para tranquilizarla. El alcalde tiene la obligación de dar información, para que entiendan y no vuelva a pasar lo que ocurrió en esa ocasión.

Este reportero intentó hablar con el jefe edil de la localidad, pero al cierre de esta nota no fue posible.

Antonio Orellana, alcalde de Guastatoya, El Progreso, emitió un mensaje en redes sociales para conminar al gobierno a darles más participación para proteger a los retornados:

Compañeros alcaldes, tras los últimos acontecimientos en contra de los migrantes, hago un llamado a la solidaridad y lo hemos platicado con varios jefes ediles del país. Hacemos una solicitud urgente a la Dirección General de Migración y al Ministro de Relaciones Exteriores para que nos informen cuando ingresen los hermanos migrantes, para que nosotros los alcaldes coordinemos ir a traerlos, prestarles la seguridad necesaria, brindarles un lugar para que cumplan cuarentena. Siempre hemos dicho que ellos son un pilar importante para la economía del país. Hoy no los podemos dejar solos.

Llegadas continúan

De acuerdo con un reporte del Instituto de Migración, durante la cuarentena –del 13 de marzo al 15 de abril- han retornado al país por vía área 1 mil 718 connacionales y por la vía terrestre 2 mil 343.

Huehuetenango es uno de los departamentos con más deportados: este año suma 1 mil 535 y el municipio con mayor número es Cuilco, con 129.

Manrique Gálvez,  alcalde de dicho municipio, dice que las autoridades sanitarias deben dar seguimiento:

“Ellos son los que se encargan de esto, quienes deben ver que cumplan con su cuarentena. Y al ingreso por la frontera, que se registre a las personas, que se tome la temperatura y que se verifique en qué condiciones vienen. ¿No han tenido problemas ustedes? No, porque por medio la los comunitarios se les da seguimiento”

A la fecha el Ministerio de Salud ha detectado a 62 positivos para Covid-19.