fbpx
Elecciones Guatemala 2023: El verdadero entierro del General Ríos Montt
Con la potencial derrota de Zury Ríos concluye el episodio más largo, enrevesado y triste de la historia política moderna del país.
Publicado el 05 May 2023

Es el fin de una era. De una larga y atropellada y en muchos sentidos, dolorosa y fallida era. Si como lo sugiere la encuesta realizada por ProDatos para Prensa Libre la candidata Zury Ríos Sosa termina fuera de la segunda vuelta electoral el 25 de junio, habrá quedado sepultado de una buena vez y para siempre Efraín Ríos Montt.

50 años casi de longevidad política que inició como aspiración democrática en 1974 y concluye exactamente como lo opuesto en 2023.

Zury se sentía llamada a ser la gran reivindicadora de su papá, incapaz nunca de llegar al poder por las urnas. En cambio, sobre ella se cierne, desde el lunes último, el fantasma del fiasco. El mismo que vivió su padre cuando en 2003, a pesar de la elite que hoy apoya a su hija, después del Jueves Negro, la manipulación obvia de la Constitución y el uso de ingentes cantidades de fondos públicos, el general Ríos tuvo que conformarse con un triste tercer lugar en las votaciones.

Su hija puede terminar ubicada en cuarto.

La candidata que hasta hace poco arrancaba tantos suspiros ha decepcionado a los grandes capitales del país por la mala conducción de una campaña electoral que lo tuvo todo: dinero, fiscales, magistrados y medios a su servicio.

Aún más enojo les genera a quienes confiaban en ella ver su desconcierto después de la encuesta. Su campaña no sabe cómo reaccionar ante el escenario adverso.

Ha puesto nerviosos a sus aliados del partido Unionista que acataron codiciosos la orden del poder económico de contraer nupcias con la hija del General para el mejor aprovechamiento de la campaña. Ahora temen que la derrota de Zury termine arrastrándoles a ellos incluso en su bastión de la capital. Sólo aspiran a conservar la alcaldía metropolitana por default.

Es poco probable que  se vuelva a ver al alcalde al lado de Zury Ríos antes de las elecciones por el temor al contagio.

A Zury, sin embargo, pese a su rigidez en términos de imagen, a su dificultad para mostrarse genuinamente cercana a los votantes, a su tono imperioso y amenazante, habrá de reconocérsele como una víctima, al menos en parte, de un sistema que ella contribuyó a construir pero que no es factura solamente suya. Un sistema que favorece la creación de cascarones o entelequias disfrazadas de partidos políticos, que elimina competidores genuinos para facilitar el triunfo de los favoritos y que inspira rechazo e insatisfacción a manos llenas.

La eventual derrota de Zury, a cuenta de un recién llegado, es también la derrota de ese sistema que devora como Saturno a sus hijos.

Pero por extraño que parezca a lo mejor Zury Ríos pueda, como nunca pudo su papá porque tras la derrota le vino el juicio por genocidio, descansar finalmente. Desembarazada ya de la pesada carga de cumplir con un destino pre determinado, podrá volver a lo suyo en California y abandonar las sofocantes jornadas de besos, abrazos a desconocidos, viajes en helicóptero y en avioneta a sitios remotos para descender en medio de polvaredas o lodazales. La impenitente súplica de que se suba a la palangana de aquel pick up o a la carrocería de ese camión para dirigirse a los vecinos de tal aldea. Podrá dejar de verse forzada a mediar en esos pleitos tan delirantes entres sus seguidores (como el de la diputada Marroquín de Palomo con sus ex amigos de la Fundación Contra el el Terrorismo) para dedicarse a una vida más placentera.

Porque en el fondo, de Zury puede decirse lo que alguna vez se atribuyó a Alvaro Arzú decir sobre Oscar Berger ante su inminente derrota a manos de Alfonso Portillo, “Oscar quiere ser Presidente. Lo que no le gusta es ser candidato”.

Que la vida le depare descanso, Zury.

Juan Luis Font

33 años de hacer periodismo, reportear, conducir, fundar y dirigir medios.

Sobre Juan Luis Font

33 años de hacer periodismo, reportear, conducir, fundar y dirigir medios.