En Guatemala unos 19 mil 568 niños y niñas son cuidados durante largas jornadas al día por madres sustitutas, contratadas por la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del presidente (SOSEP). Ellas se encargan de los chicos mientras las mamás van a trabajar, muchas de ellas no tienen el apoyo de un esposo.

De acuerdo con la Sosep en 2018 habían 157 Hogares Comunitarios -que funcionan en casas de las cuidadoras- y 504 Centros de Atención y Desarrollo Integral (CADI), en establecimientos arrendados por el Estado.

El gobierno cubre los siguientes gastos:

• Q75.00 mensuales para comprar los materiales educativos
• Q50.00 mensuales para gastos de agua potable por cada hogar
• Q125.00 mensuales por cada 10 niños para la compra del gas que sirve para cocinar. Y
• Q12 diarios por niño para la compra de alimentos en -en los hogares se permiten hasta 12 niños mientras que en los centros hasta 120.

El Programa de Hogares Comunitarios funciona desde hace 25 años, Pero hay desánimo en la “madres sustitutas: Norma Vásquez Estrada, es una de ellas, ingresó al sistema un año después de que este fuera creado, es decir lleva 24 años de ser una “mamá cuidadora”, sus jornadas son extenuantes cuenta y lo que cree es que su trabajo no es bien remunerado: al mes la Sosep le paga Q1 mil 400.

 “Trabajo de lunes a viernes desde las seis de la mañana, hasta que se va el último niño, que puede ser 7 u 8 de la noche, dependerá de la hora que salgan los padres de trabajar. Nos sentimos tristes y decepcionadas a la vez: no tenemos derecho a seguro social, aguinaldo, bono 14 y vacaciones, nada.

expresó, la madres sustituta.

Daniel Reyes, de la Defensoría de Personas Trabajadoras de la oficina del Procurador de Derechos Humanos, condena el pago que reciben estas mujeres. En 2018 la institución emitió una resolución en este caso, comenta:

Realizamos la investigación del caso, se dictó una resolución en donde se decreta: violación al derecho humano al trabajo de las “madres cuidadoras” y se señaló como responsables a la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (Sosep), pues no tiene derecho a nada. Por ejemplo, si ellas necesitan un permiso para acudir a una cita médica, ellas tienen que pagar a alguien para que las reemplace para que no les descuenten un día y, desde ese punto de vista, ellas tienen una relación laboral: hay un orden jerárquico, tienen atribuciones y funciones.

El acuerdo de creación del programa dice textualmente en su artículo 9:

“El personal del Programa Hogares Comunitarios tendrá como plazas de carácter exento aquellos puestos que por su naturaleza así deben calificarse y los demás se regirán dentro del régimen servicio civil”.

La abogada Lesbia Amézquita y Dirigente del Movimiento Sindical Indígena y Campesino, que da acompañamiento a estas mujeres, tiene su propia interpretación de la norma:

El acuerdo establece que todas las trabajadoras del programa, sin excepción, deben gozar de todos los beneficios laborales, lo que ha pasado es que las que no los reciben son ellas -las madres cuidadores-.

En su resolución de 2018 la PDH conminó a las autoridades para que “se programe y se incluya a estas mujeres al estricto laudo laboral y que estén incluidas en la previsión social”. ConCriterio buscó respuestas sin éxito, enn la Sosep nadie atendió a los llamados.