A sus 34 años, Cristina Siekavizza parecía, ante sus círculos más cercanos, una mujer con una vida normal: graduada de la carrera de Administración de Empresas, estaba casada con Roberto Barreda, procrearon a dos hijos: un niño y una niña. El tercer embarazo fue una pérdida y la vida familiar cambió a partir de diciembre de 2010.
Un día antes de su desaparición, los Barreda Siekavizza celebraron el cumpleaños de su hijo mayor: cumplió 8 años. Las horas cambiaron la historia de la familia en la casa de Los Manantiales. ¿Dónde está Cristina Siekavizza? Han existido esfuerzos por encontrarla: desde brigadas especiales hasta exhumaciones, pero hasta ahora su cuerpo no ha sido localizado, el Ministerio Público (MP) persigue su caso como un asesinato.
Este es un fragmento del testimonio del doctor, Juan Luis Siekavizza, papá de Cristina Siekavizza. Él declaró el 9 de agosto de 2011, un mes y tres días después del asesinato de su hija. El médico ha debido reconstruir hora a hora los detalles del 7 de julio. La sospecha de la fiscalía es que ella ya estaba muerta entonces: el papá llamó insistentemente a la casa de su hija, pero ya nadie respondió. A las dos de la tarde, su yerno, Roberto Barreda, le informó sobre la desaparición de su hija. Así consta en la declaración.
Stephanie Klusmann, amiga de Cristina Siekavizza, fue la última persona, fuera del entorno familiar, que escuchó la voz de la víctima. Ese día, según relató, su amiga le llamó en varias ocasiones. No fue sino hasta en la tarde que ella pudo atenderla, pero la víctima cortó rápido la comunicación pues su esposo había llegado e iba a servir la cena.
Discusión, muerte, desaparición y engaño
La tragedia marcó a la familia Barreda Siekavizza el 6 de julio de 2011. Cristina Siekavizza desapareció y su esposo, Roberto Barreda, denunció que se trataba de un secuestro. La empleada doméstica, Olga Petrona Say Velásquez, contó otra historia sobre aquella noche.
Cristina Siekavizza fue brutalmente asesinada. ¿El principal sospechoso? Su esposo.
A finales de julio de 2011, amigos y familiares de Cristina Siekavizza marcharon en calles de la ciudad para pedir por el esclarecimiento del caso. En las caminatas iba Roberto Barreda, el esposo, quién después se convirtió en el principal sospecho de asesinarla. El sospechoso huyó del país con los dos hijos, poco antes de que se ordenara su captura.
En declaraciones del 18 de julio y 6 de agosto de 2011, la empleada doméstica de los esposos Barreda Siekavizza, Olga Petrona Say Velásquez, contó a los investigadores que no vio nada extraño la noche del 6 de julio de 2011. El siete de agosto Say Velásquez fue capturada y enviada a prisión bajo cargos de encubrimiento. En la cárcel contó una historia distinta: ella asegura que Roberto mató a Cristina.
Roberto Barreda fue capturado el 8 de noviembre de 2013 en Mérida, Yucatán en México. La Fiscalía Especial lo considera, hasta hoy, el principal sospechoso del asesinato de su esposa, Cristina Siekavizza. Estuvo prófugo 790 días desde agosto 2011.
Hoy guarda prisión en la cárcel de la Brigada Mariscal Zavala y seis años después de la desaparición de su esposa, él insiste en que es inocente.
Una discusión legal en torno al Caso Siekavizza es uno de los principales argumentos de su defensa: sin cuerpo no hay delito. Y, de hecho, desde la prisión él cuenta que aún cree que su esposa está viva.
El caso, seis años después, no llega a juicio. Una serie de errores en el proceso, apelaciones y amparos, mantienen en el limbo este proceso.
El 9 de noviembre de 2013 Roberto Barreda fue entregado a la justicia guatemalteca por autoridades de México: llegó a la Fuerza Aérea Guatemalteca (FAG) custodiado, con chaleco blindado y un casco especial. Un juzgado decidió enviarlo a prisión preventiva y hoy se mantiene detenido en la cárcel de Mariscal Zavala.
En el expediente del Caso Siekavizza, el Ministerio Público (MP) incluyó los análisis grafotécnicos que expertos del Instituto Nacional de Ciencias Forences (INACIF) hicieron sobre una imagen dibujada por el hijo de los Barreda Siekavizza. Los fiscales sostienen que es una escena de muerte que puede estar atada a la noche cuando desapareció la mamá. La familia de Roberto Barreda insiste que se trata de una película. En un ejercicio de psicoanálisis, el niño representó una escena de violencia contra la mujer en juego con muñecos. Y de ello también se defienden los Barreda: se trata de actos sin asociación, sostienen.
El 15 de febrero de este año, la Corte de Constitucionalidad (CC) amparó a Roberto Barreda quien apeló contra un procedimiento del Ministerio Público. La más alta corte del país decidió que el proceso debe regresar a la etapa intermedia, pese a que el juez, Miguel Ángel Gálvez, había decidido enviar a juicio al único acusado del asesinato de Cristina Siekavizza. El proceso se encuentra atrapado en retrocesos.