A miles de kilómetros de Guatemala y en distintas ciudades del mundo se escucha el grito de auxilio de decenas de guatemaltecos que quedaron atrapados en la cuarentena de otro país.
Al 1 de abril el Ministerio de Relaciones Exteriores a través de sus sedes diplomáticas reportó el retorno al país de 1 mil 124 guatemaltecos: 390 más aún están en distintas ciudades de Estados Unidos y Sudamérica.
En Perú, a 3 mil 717 kilómetros de Guatemala están sin salida los esposos Ricardo y Evelyn Chacón, agricultor él y directora de una empresa forestal ella. Asistieron a un congreso y disfrutaban de 4 días extra de turismo cuando aquel país cerró sus fronteras.
Ha sido complejo, es un costo económico que no teníamos planificado, a pesar de que en el hotel que estuvimos los primeros 18 días nos hicieron precio especial y nos estaban tratando de apoyar, pero nos endeudamos. El día tres -de abril- el gobierno de Guatemala nos dio la posibilidad de movernos a una posada y ellos nos proveen alojamiento y desayuno y nosotros cubrimos almuerzo, cena, medicamentos y cosas personales, porque uno viaja con una maleta calculando para los 7 días que va a estar fuera.
Retorno oneroso
Pese a que el Gobierno asumirá cierto costo, la pareja ha pasado 17 días más de lo planificado, lo cual ha representado unos US$2 mil. Y la única opción para regresar al país es a través de vuelo privado así les comunicó la embajada de Guatemala en Perú: cada asiento asciende a US$1 mil 500, US$400 más de lo que pagaron por ida y vuelta.
Nos contactaron para ver si estábamos en la disposición de pagar y los guatemaltecos que están acá, están de acuerdo. Pero dependemos de las gestiones del Gobierno; entiendo que están haciendo acercamiento con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, porque ellos tienen un grupo grande de misioneros en Perú y los quieren regresar a Guatemala. Pero no hemos tenido una oferta concreta que nos digan “falta esta cantidad de dinero, lo ponemos y nos vamos”
Según les comunicó la embajada de Guatemala hay 81 guatemaltecos: 35 turistas y 46 misioneros cristianos. Y peruanos en nuestro país: 28 ciudadanos y 88 misioneros, con quienes compartirían los costos del avión.
Entendemos que el gobierno de Guatemala sí iba a cubrir parte de los gastos, pero la negociación con Perú se cayó, entonces hace falta dinero.
Ahora según les han informado se negocia con Honduras, pero conforme pasan los días crece el agobio:
Hemos visto salir de todas las nacionalidades y los chapines seguimos acá.
Sin rescate
Ese sentimiento lo conoce María André Xitumul, de 19 años, quiencon su novio vivieron la peor experiencia cuando volvían de un intercambio en Finlandia y se quedaron varados en Costa Ricas:
Nosotros no podíamos salir del aeropuerto y tampoco viajar a Guatemala, literalmente estábamos encerrados. Llegó el Embajador y solo nos pusieron un tambo con agua y fue toda una historia porque había personas que no tenían para comer porque se habían gastado todo.
La solución acá también era un vuelo privado, así les comunicaron autoridades de Guatemala en Costa Rica, pero el boleto era tres veces más caro de lo normal.
Llegó el Embajador y nos dijo que cotizó un vuelo de TAG para 33 personas y nos cobraba US$700 por traernos, pero como éramos 36 entonces teníamos que alquilar uno de 50 tripulantes, que era mucho más caro -casi US$1 mil- era como pagar un boleto de ida y regreso a Europa.
Los guatemaltecos decidieron denunciar su caso en redes sociales y ante eso, el gobierno reaccionó y les dijo que enviarían un avión de rescate que nunca llegó. La solución fue abrirle los cielos a la compañía aérea con la que habían comprado originalmente pasaje y así fue como terminó la odisea. En su caso, la chica gastó en Costa Rica unos US$300 más por hospedaje y alimentación, hubo quienes durmieron en la terminal aérea.
Los gobiernos de Alemania y Estados Unidos han repatriado a sus ciudadanos desde distintas ciudades del mundo. Las sedes diplomáticas dijeron a ConCriterio, que la solución fue contratar vuelos charter. En el caso de Alemania el pago es fue compartido entre gobierno y ciudadano; en el de EE.UU., el ciudadano cubrió los costos.