Consuelo Porras, Fiscal General y Jefa del Ministerio Público (MP), es hoy la funcionaria más rechazada y con menos credibilidad del Estado, por sus acciones contra la democracia de Guatemala. En 2021 fue incluida en la lista de actores corruptos de Estados Unidos por su papel antidemocrático en la justicia.
En mayo el Índice de Aprobación de la Encuesta Libre 2023 destacó que la labor de Porras acumuló 85% de desaprobación. El 13 y el 14 de julio, luego de la sorpresa de los resultados electoral y las acciones que emprendió el MP, dos ciudadanos guatemaltecos promovieron un libro de firmas virtuales de la plataforma Change.org, para solicitar la renuncia de Consuelo Porras, Rafael Curruchiche y la fiscal Cinthia Monterroso: la respuesta fue abrumadora; a las 18hrs de ayer las dos peticiones sumaban 220 mil 704 personas pidieron la renuncia de la Fiscal General.
Estuardo Contreras, un politólogo y activista de 28 años, es también uno de los tuiteros a los que Porras intentó sin éxito censurar por medio de un amparo. Contreras nos cuenta que hubo un antes y un después en el respaldo a la petición de renuncias de la Fiscal:
“Antes de ese amparo teníamos 30 mil firmas, cuando el amparo se presenta como una acción de amedrentamiento y poner miedo para que las personas dejaran de expresarse. Pero seguimos con la invitación y logramos superar tres veces y a la fecha llevamos más de 100 mil”.
Firma la petición
Consuelo Porras, al frente del Ministerio Público, junto con Rafael Curruchiche y Cinthia Monterroso, han estado al parecer persiguiendo periodistas, directores de medios de comunicación, fiscales, ex jueces, activistas, políticos de oposición y partidos políticos.
La otra iniciativa fue promovida por Carlos Vills, un creador de contenido y crítico del sistema, su petición acumulaba ayer más 110 mil apoyos.
Firma la petición
El pueblo de Guatemala solicita la renuncia inmediata de Consuelo Porras y Rafael Curruchiche por abuso de poder en la función de sus deberes Por una Guatemala libre y democrática
Estos resultados en Change, no tienen precedentes:
En tres años del gobierno del expresidente Jimmy Morales, se promovieron al menos ocho solicitudes en contra del mandatario y acumuló 18 mil 238 firmas, la que mayor concitó apoyo fue la de declararlo “non grato”, con 8 mil. El presidente Alejandro Giammattei, suma seis eventos en los que piden su renuncia, pero solo han apoyado 6 mil 600 personas. Obtuvo apoyo en un solo día la petición contra Porras, solo en un días sumó 8 mil firmas y Contreras añade:
“Estamos completamente conscientes de que los efectos legales que tienen las firmas no son vinculantes, pero son un acto político ciudadano”. No obstante, consideran que le envían el mensaje de que su gestión ya no tiene legitimidad ni respaldo.
Hoy a las 14 hrs, este grupo presentará ante el MP, las firmas que lograron recolectar, además:
Más allá de las firmas, vamos a presentar un memorial legal en donde pedimos su renuncia.
La plataforma Change, es una empresa estadounidense que basa su modelo de negocio en la publicidad, por las publicaciones sugiere aporte y con una de estas peticiones logró acumular Q32 mil 900, que los absorbe la compañía para promover más iniciativas como estas.
Change, se atribuye una victoria a cada hora, su portal dice que han alcanzado 88 mil 695 resultados positivos en sus peticiones en 196 países. En Guatemala destacan haber alcanzado la meta de firmas con más de 91 mil, cuando en marzo 2022, el Congreso aprobó la controversial “Ley para la Protección de la Vida y la Familia”, una ley que de acuerdo con Amnistía Internacional, era “discriminatoria y ponía derechos y vidas en riesgo”.
Aunque estas iniciativas virtuales han logrado apoyo, el miércoles es una trasmisión Roberto Arzú, candidato presidencial excluido del proceso dijo:
“Ya llegó el momento donde ya no es de estar hablando, ni tuiteando, ni mandando mensajitos…o acabamos a estos ya o nos van a acabar a todos. Abarroten las plazas de sus municipios, organícense… y sé que si no lo hacemos ahorita, van a poner un presidente ilegítimo, queriéndolo hacer pasar que es legalmente correcto”.