«Ver partir a un familiar con la ilusión de llegar a Estados Unidos es triste pero esperanzador, pero con el paso de los días esa alegría se puede convertir en angustia si no se sabe nada de ellos, y más si en las noticias hablan de accidentes en México», cuenta Oscar Díaz, originario de Chajul, Quiché, quien perdió a sus hermanos hace 7 meses, en diciembre de 2021, cuando el tráiler que halaba el furgón donde viajaban escondidos, volcó en Tuxtla, Chiapas, México.

Al escuchar la noticia de los 50 migrantes que murieron asfixiados en un furgón en San Antonio Texas, Estados Unidos, el lunes, Díaz recordó la incertidumbre y la impotencia de no saber a quién acudir para saber si sus familiares estaban entre los muertos y la tarea que debieron emprender para reconocer los cuerpos.

«Me puedo imaginar cómo están esas familias: les cuesta dormir, no saber nada de tu familiar, imaginar si iba en ese camión».

Díaz recibió información  de otro un migrante quien le aseguró que sus hermanos Domingo Giovani, de 17 años, y Antonio Chávez, de 28, habían perecido en esa tragedia; pero no había seguridad. Entonces siete días después junto con María Xinic y Juana Chávez, familiares de los migrantes que salieron desde Chajul, Quiché, hicieron el viaje hacia una morgue en Tuxtla, Chiapas, para reconocer los cuerpos.

Ese accidente en Chiapas dejó 56 muertos y 105 heridos. Las autoridades mexicanas informaron que hubo quienes escaparon con fracturas y lesiones graves para seguir su camino hacia Estados Unidos o bien regresar a Guatemala. 

El ministerio de Relaciones Exteriores asegura que ofrece apoyo para que las familia de los migrantes fallecidos viajen a México a reconocer a sus parientes, pero la mayoría desconoce esos procesos y prefieren viajar por su cuenta, como María y Juana, con la esperanza de encontrar con vida a sus familiares.

Una historia similar es la de Osmery Machic: durante varios días no supo nada de su esposo Jaime Enrique Subuyuj, de 30 años, sin saber que había fallecido en el mismo percance de Tuxtla. Días después recibió una llamada que la alertó de lo sucedido, pero nada era oficial.

«Fue un mes de angustia porque no sabíamos nada de él, fuimos transbordando y transbordando a la frontera y después volvimos a transbordar para que nos llevaran al consulado de México. De allí nos llevaron a reconocer el cuerpo por medio de fotos, fue donde nos llevamos la sorpresa que él había fallecido, eso fue un mes después. Él quería ir para buscar un mejor futuro para sus hijos y para mí, pero nunca nos imaginamos que iba en ese tráiler».

Cincuenta migrantes, entre ellos siete guatemaltecos perecieron al viajar ocultos en un furgón localizado en San Antonio, Texas, Estados Unidos.

Desde 2014, unos 6 mil 430 migrantes fallecieron o desaparecieron en el trayecto hacia Estados Unidos, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) de la Organización de Naciones Unidas (ONU). De esa cifra, 1 mil 248 son de 2021.

Hasta el 22 de junio de este año, la OIM tenía documentados 493 muertos o desaparecidos, incluidos 46 menores, en el continente americano.

Rosario Martínez, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), dice que las principales causas de desaparición de migrantes en su tránsito por México son el secuestro de grupos armados o pandilleros que extorsionan a las familias a cambió de liberar a la víctima, a quien matan si no reciben lo que exigen; también están las estructuras de trata de personas para la comercialización de órganos, aunque en los últimos años han evidenciado una estrategia de las propias autoridades de migración.

 «Detienen a la persona en Texas y termina en un centro detención en Los Ángeles, en ese interín, los parientes supieron que lo detuvieron pero no saben dónde está y pueden pasar meses sin que la familia sepa dónde está, pero es una estrategia para disuadir la migración, para que no regresen».

En 2021, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) conoció denuncias de 855 migrantes desaparecidos en México: 289 guatemaltecos, 376 hondureños, 147 salvadoreños y 43 nicaragüenses.

El pasado martes cincuenta migrantes, siete de nacionalidad guatemalteca fueron encontrados sin vida, dentro y alrededor de un contenedor en San Antonio, Texas, Estados Unidos. El Jefe del Departamento de Bomberos de San Antonio, Charles Hood, dijo que los migrantes fallecieron por el calor excesivo y el agotamiento.