Si aún no tiene planes para estás vacaciones y desea conocer todo lo que este hermoso país tiene para ofrecerle, ConCriterio le propone 7 opciones de viajes de una o varias paradas para que disfrute al máximo esta Semana Santa. Desde aventura, hasta cultura y gastronomía, las propuestas pretenden encantar a todo tipo de viajero.
Lago de Atitlán
¿Qué tal despertar a un paso del lago y con vista a los volcanes desde un muelle? El hostal temático FreeCerveza ofrece un hospedaje en carpas a la orilla del lago de Atitlán. La carpa cuenta con una cama imperial y capacidad para 3 personas y el precio del alojamiento (Q75 por invitado) incluye el uso de los kayaks, saunas y otros entretenimientos.
Laguna de Ayarza
Una laguna de aguas cristalinas, rodeada de cafetales y con un clima acogedor. Está ubicada en San Rafael Las Flores, Santa Rosa, a tan solo 48 kilómetros de la capital. Aproveche a comer mariscos recién pescados y a pasear en lancha, andar en kayak o bicicleta acuática.
Totonicapán
El departamento ofrece gran variedad de atracciones. Desde la colorida iglesia mestiza en San Andrés Xecul y sus conventos coloniales en San Cristóbal, hasta sus mercados de artesanías y ganadería en San Francisco El Alto y sus tejidos de lana de oveja o sus riscos en Momostenango. Además, puede visitar el Parque ecológico Chajil Siwan el cual ofrece miradores, bellos senderos y un canopy de 225 metros.
Alta Verapaz
Un departamento con más que solo Semuc Champey. Visite el parque arqueológico Hun Nal Ye, para nadar en fosas naturales, hacer trekking y/o cabalgatas. Hospédese en Chijul o las cuevas del Rey Marcos, lugares sagrados para la cultura maya. Conozca las pinturas coloniales de la Ermita del Soldado o la fachada de la iglesia de San Juan Chamelco, construida por indígenas y españoles. En Cobán, el centro histórico, los orquidearios, las fincas del café y un buen kak’ik no lo decepcionará.
Petén
Si usted no ha visto la caída del sol desde uno de los templos gemelos de Yaxhá, si no ha descansado en El Remate junto al lago de Petén Itzá y si no ha conocido el observatorio astrológico de Uaxactún o comprado alguna de las muñecas de tusa que fabrican los artesanos de esa comunidad en medio de la selva, se ha perdido de algunos de los mayores encantos, pero para no los únicos que ofrece Petén.
Oriente
En Olopa, Chiquimula, encontrará el Eco Muro construido con miles y miles de llantas de vehículos. El lugar, adornado por magníficos jardines, una poza de agua fresca y miles de metros de senderos ecológicos, es además la sede del columpio gigante más grande de Guatemala. A pocos kilómetros se encuentra Esquipulas, donde miles de peregrinos visitan al Cristo Negro. Y para combinar devoción con aventura, visite el parque ecológico Chatún, donde podrá hacer bicicleta de montaña, practicar el descenso en tirolesa o simplemente disfrutar de la naturaleza y darse un chapuzón en sus magníficas piscinas y parque de agua. Pero si lo suyo es conocer la vida campestre de Chiquimula, visite la Finca Los Laureles. A la vuelta, deténgase en los baños de Pasabien y disfrute de las caídas de agua, las piscinas y de una doblada con queso y loroco que son las preferidas de la zona.
Izabal
Visite Quiriguá, el enclave de los mayas ubicado en Izabal, ahí se encuentran algunas de las estelas mejor labradas por esa cultura. A pocos kilómetros se encuentra el cruce hacia Mariscos, ubicado en la rivera sur del Lago de Izabal. Embárquese rumbo a las Bocas del Polochic, la desembocadura de un río de aguas riquísimas, procedente de las montañas de las Verapaces. La embarcación tendrá que recorrer el lago entero para llevarle luego hacia el Parque Nacional Río Dulce, una auténtica joya ecológica y paisajística. Su viaje puede extenderse hasta más allá de la bahía de Amatique y llegar a los confines de Guatemala para adentrarse en las aguas cristilanas y ricas en pesca del río Sarstún. Al regreso, deténgase en Livingston y pruebe un tapado, un caldo típico de la zona provisto de mariscos.