Si no fuese por la condescendencia de algunos medios de comunicación y analistas simpatizantes con el partido SEMILLA, las críticas, seguramente, reflejarían ciertas realidades que se callan.
En los últimos 15 años -ya tres lustros-, la violencia había comenzado a descender. Sin embargo, y hasta mediados de este mes, se ha incrementado, hasta alcanzar un 26.29% de media acumulada. Además, la sensación se ha visto incrementada por el «confuso» incidente en la aduana de La Mesilla -sin aclarar después de dos semanas-, así como la localización de más de una tonelada de cocaína en un contenedor procedente de Guatemala al llegar a España, hecho tampoco explicado. A eso se añade el motín en la prisión de «seguridad», la única reacomodada por este gobierno, y los más recientes sucesos en Livingston. El silencio gubernamental es la respuesta a la carta de presentación que incluye hechos y cifras indiscutibles.
El mutismo no solo se aplica al área de seguridad. Tampoco quedó clara la dimisión del exministro de agricultura, ni mucho menos el bajo nivel de gasto del mayor presupuesto en la historia democrática del país. A finales de mayo, se había ejecutado solo el 32,8%, muy por debajo de un gasto mensual equilibrado, con ministerios como agricultura, ambiente, comunicaciones, defensa o desarrollo social, por debajo de esa cifra, y cuya actuación, de haber ocurrido, hubiese tenido un alto impacto en el desarrollo nacional. Aunque el Congreso aprobó un presupuesto extraordinario de Q14,500 millones, su ejecución ha sido ineficaz. Las excusas abundan mientras la ineficiencia “florece”, sugiriendo que es lo único que ha prosperado durante este gobierno de SEMILLA. Y al experimentar la dificultad para gastar lo presupuestado, han decidido distribuir los fondos entre la población mayor, presentándolo con orgullo como una novedad, algo ya conocido y propuesto antes -Baldizón fue el pionero- y que tuvo dos críticas, también válidas en esta ocasión: crear un sector clientelar en el voto y la falta de sostenibilidad económica. Por cierto, la desnutrición infantil permanece con idénticas cifras históricas.
Por su parte, el ministerio de Defensa debe aclarar cómo llegó al país una partida de armas importadas y ciertos contratos de proveeduría, además de los nombramientos «particulares» y su papel -ausencia y al parecer complicidad- en la crisis de la Mesilla. Otros ministerios como Trabajo, Salud, Finanzas y Economía se muestran invisibles ante los ciudadanos. La Vicepresidencia y la Presidencia, se mantienen en silencio, a veces lo mejor que pueden hacer, mientras la primera dama sigue de viaje con diversas justificaciones. Por último, el partido está pegado con chicle y cada uno busca reposicionarse para continuar mostrando su inexperiencia política en el futuro, haciendo cosas y tomando decisiones de principiantes que no han trabajado en su vida en sitio productivo alguno ni cuentan con más experiencia que la de cobrar del Estado y vivir de él. Una nueva ola de generación “nini”.
Sin embargo, para poner las cosas en su justa dimensión, cabe destacar logros en áreas como la educación, las relaciones exteriores y el turismo. En educación, aunque las mejoras son modestas, la confrontación con el sindicato magisterial refleja la firme voluntad de la ministra, esperando que haya resultados evaluables pronto. La expulsión del sistema del chantajista de Joviel, parece ser suficiente para una ciudadana cansada. La relación con Taiwán y la firmeza ante China, bajo el amparo de EE.UU., es más clara y decidida que en ningún otro momento. En turismo, la gestión y promoción realizada por su director, está siendo exitosa y atractiva.
Todo esto demuestra que, como sucedió en España hace un tiempo, se puede funcionar sin un gobierno activo, ¡y no pasa nada!, incluso es mejor porque se evitan malas o discrecionales decisiones que siempre tienen un alto costo económico y social.
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