El teleférico o Aerometro es ofrecido por la municipalidad capitalina como una solución para agilizar la movilidad entre Mixco y Guatemala, aunque entre los expertos en el tema despierta suspicacia el súbito interés del Congreso por aprobar una concesión de cara a las elecciones.
En los dos años que Allan Rodríguez presidió el Congreso de la República, se intentó aprobar la construcción del teleférico sin lograr consensos. Este año con la presidenta del Legislativo Shirley Rivera nuevamente se incluyó en la agenda y el 25 de enero pasado, durante la sesión ordinaria, avanzó hacia la segunda lectura. Se necesita de una tercera para conocer detalles del decreto y aprobar la concesión para construir la obra.
El Aerometro tendrá un costo de Q1.2 millardos y tendrá un eje desde el kilómetro 15 de la calzada Roosevelt, pasará sobre el Trébol y culminará en la plazuela España de la zona 9. Se prevé que la primera fase que va del Trébol hacia la zona 9 se concluya en 18 meses y la línea completa funcione en 2024.
El Aerometro tendrá al menos 11 estaciones que también servirán para conectar con el transporte de buses y 506 góndolas para transportar 215 mil personas diarias. Cada cabina tiene capacidad para transportar 12 pasajeros y se estipula cobrar Q6 de pasaje por recorrer el tramo entre Mixco y El Trébol.
Cuatro empresas tendrán la concesión durante 25 años, el 30 por ciento de la inversión será capital de las empresas adjudicadas y el resto un préstamo otorgado por el Banco Centroamericano de Integración Económica que se pagará con la tarifa del pasaje y negocios que podrán ser instalados dentro de las estaciones de abordaje.
Alessandra Gallio, concejal segunda de la municipalidad capitalina:
«La empresa que tiene experiencia es Doppelmayr porque hizo el teleférico de La Paz, Bolivia, y dos líneas en la ciudad de México; otra es la empresa que se conformó en Guatemala, Cable Vía, que es como la representante de Doppelmayr en el país; y otras dos guatemaltecas que son desarrolladoras de edificios, corporación Victoria y desarrolladora Torino».
Para Gallio, la tarifa de Q6 que se cobraría por utilizar el aerómetro es accesible.
«Hay gente que paga Q10 por ir en un taxi desde Tikal Futura al Obelisco; buses piratas que cobran Q7; el Transurbano cobra Q5 según la hora; con el aerómetro estará en su destino en 17 minutos y viajará en una cabina limpia».
De aprobarse este sistema de transporte, serán al menos cuatro meses en los cuales las empresas encargadas de la obra deberán tramitar permisos, concluir planos y estudios de impacto ambiental, debido a vestigios arqueológicos y ruinas mayas que pueden estar enterradas en la calzada Roosevelt.
Las comunas de Mixco y Guatemala recibirán contribuciones mensuales del 3 por ciento de los ingresos brutos que perciba el proyecto.
Pero ¿por qué interesarse ahora en el aerometro? Marvin Flores, analista de Acción Ciudadana, dice que el interés de los diputados recae en un año preelectoral donde todos quieren figurar.
«No es casualidad que los diputados del distrito central, que son 11, o los del municipio del departamento de Guatemala, que son 19, estén interesados en el tema en un año preelectoral. Hay que tomar en cuenta también el hermetismo con que se dan algunos contratos como el que se firmó entre Ferrovías y la empresa mexicana Remed para remodelar un tramo de la línea férrea entre San Marcos y Escuintla».
Para Luis Linares, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), se trata de una obra que no tendrá una contribución significativa para la movilidad porque su capacidad de carga será mínima y lo considera como un arreglo político entre la municipalidad capitalina y el partido de gobierno.
«Puede ser posible que estén pidiendo al alcalde como una alternativa política para la continuidad del pacto de corruptos».