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El efecto Donald Trump llegó hasta Alemania: hay guatemaltecos inquietos en aquel país por la retórica antiinmigrante de políticos que proponen la “remigración”: deportaciones masivas de migrantes, incluso de residentes legales.
Las alarmas sonaron el 26 de noviembre cuando un miembro del Partido Alternativa por Alemania (AfD) publicó en Instagram una fotografía junto a Jorge Lemcke, embajador de Guatemala en Alemania. La publicación describe que la reunión fue sobre economía, relaciones y cooperación bilaterales.
Pero Alicia Lainiesta, una administradora educativa de 38 años, con tres años de vivir en aquel país e integrante del colectivo Voces de Guatemala en Berlín, no interpreta bien encuentro:
“En la última década surgió un partido de extrema derecha –aunque no es el único– con políticas derechistas; pero AfD tiene políticas muy directas hacía la comunidad migrante y eso es lo que nos preocupa, porque el embajador sostuvo una reunión con ellos. Porque dentro de su propaganda promueve la remigración para personas como nosotros de nacionalidad diferente a la alemana”.
El AfD obtuvo el segundo lugar en las elecciones de febrero y ganó 152 de los 630 escaños en el Bundestag, con el 20.8% de los votos. Y avanza: en 2017 era la tercera fuerza con 94 escaños; en 2021 ganó 83; este 2025 crecieron en 83%.
En mayo, la Oficina para la Protección de la Constitución –el servicio de inteligencia civil de Alemania, dependiente del Ministerio Federal del Interior, encargado de vigilar y combatir actividades extremistas y amenazas a la democracia y la seguridad- designó al grupo AfD como extrema derecha. En un comunicado, la agencia alemana destacó: “La comprensión del pueblo basada en la etnicidad y la ascendencia que prevalece dentro del partido es incompatible con el orden democrático libre”. Según medio locales, el partido respondió que dicha calificación es un esfuerzo por descalificarlos.
Marco Rubio, secretario de Estado de EE. UU., calificó la designación como “tiranía disfrazada”. Y Christoph Kowalewski, un ciudadano alemán de 42 años, oficial de cumplimiento en una red de hospitales en Berlín:
“Es justamente por esta política de remigración, que incluye deportación de personas migrantes tanto ilegales como legales. puede afectar a personas que tienen pasaporte alemán. También hace públicamente el uso de terminología Nazi. El miedo que existe en la población alemana es que los partidos demócratas en búsqueda de recuperar al votante de derecha, intenten acercarse a las políticas de estos partidos.
El colectivo Voces de Guatemala en Berlín, estima la población guatemalteca en Alemania en 25 mil. Lainfiesta:
Nuestra situación en la mayoría de los casos es regular, pero esto no implica que una remigración no sea posible.
Embajador de Guatemala en Alemania junto con miembro del Partido AfD
Los guatemaltecos no han tenido respuesta sobre la reunión del embajador con AfD:
“Se abre la puerta a muchas cosas: podría ser algo que puede perjudicarnos o aprovechar estas reuniones para asegurar nuestra estadía acá, si este partido político entra al poder.
ConCriterio solicitó una entrevista con el embajador Lemcke, pero el ministerio de Relaciones Exteriores dijo que no atendería. En cambio, enviaron explicaron por escrito que la reunión fue solicitada por los diputados alemanes pues desean visitar Guatemala en 2026 para evaluar los proyectos financiados por ONG alemanas.
“La Embajada mantiene un diálogo institucional con todas las fuerzas políticas representadas en el Parlamento Federal, cuando estas solicitan información o reuniones de trabajo, sin que ello implique afinidad política, apoyo o coincidencia con sus posturas”.
Gabriel Orellana, abogado y diplomático: “Estas situaciones son muy frecuentes, hay una sobrerreacción de los guatemaltecos. Pero lo peor que podría ocurrirle a Guatemala es un servicio diplomático que se limite a escuchar solo a los guatemaltecos, porque entonces no está escuchando la realidad de lo que puede incidir en la política de Guatemala”.
Por último, Relaciones Exteriores indicó que la embajada de Guatemala en Alemania está abierta a entablar un diálogo con los nacionales que tengan inquietudes al respecto, y escuchar sus posiciones.