El gobierno del presidente Alejandro Giammattei hizo del programa de alimentación escolar el proyecto insignia de esta administración y este 2023 los indicios apuntan a que lo convirtió en una oferta política. La semana pasada se vieron largas filas de padres de familia que llegaban a recoger de 1 hasta 4 bolsas, según los hijos inscritos en los establecimientos escolares.

La ley de Alimentación Escolar estipula una inversión diaria de Q6 por cada estudiante y para 2023 el gobierno destinó Q3.1 millardos para este rubro. Es el 13.6% del presupuesto del Ministerio de Educación (MINEDUC), y aunque originalmente en cada escuela se preparaba la refacción escolar, la pandemia cambió la dinámica que aún permanece: el gobierno entrega raciones de alimentos a los padres de familia.

Rolando Pernillo, consultor independiente en temas de seguridad alimentaria, considera que hacer la entrega física de los alimentos promueve clientelismo:

 “Se puede utilizar como mercadeo político, para promover a ciertos candidatos, pero ojalá las Organizaciones de Padres de Familia (OPF) estén atentas y puedan denunciar”.

ConCriterio recibió quejas de padres que señalan a ciertas OPF de inducir al voto del oficialismo bajo el argumento de que solo con la continuidad seguirá la bolsa de alimentos en la próxima administración. Hay padres que desconocen que se trata de una ley y que independiente de quién gobierne, todos los estudiantes de preprimaria a diversificado deben recibir el beneficio.

Ruth Estrada, mamá de una chica de quinto primaria de la Escuela Felisa Soto Montenegro en la Zona 18, dice que el programa es de gran ayuda para completar la compra de víveres del mes, pero a la vez identifica irregularidades:

Esto ya es un complemento, lo único es que no lo dan cada mes, a veces pasamos hasta dos meses: que sea cumplido cada 30 días, no. Solo nos avisan que día hay que ir a recoger la bolsa y nos piden siempre dos copias de DPI, así como yo que el año pasado tenía dos hijas en la escuela debía llevar 8 copias.

Las raciones incluyen aceite, azúcar, frijol, arroz, harina para tortillas, frutas y verduras, entre otras cosas.

Los papás desconocen que los alimentos se entregan por ley y que recibirlo no depende de quien gobierne:

¿Sabía usted eso? No, hasta ahora me estoy enterando.

Esta ley creo el Programa de Alimentación Escolar en 2017 y según el texto “tiene por objeto contribuir al crecimiento y desarrollo de los niños y adolescentes en edad escolar, enfocándose en el aprendizaje, el rendimiento y la formación de hábitos alimenticios saludables, por medio de acciones de educación alimentaria y nutricional …”. En 2022, con el voto de 110 diputados, el programa se extendió de preprimaria y primaria a básicos y diversificado, lo que significa una erogación de Q3.1 millardos, para beneficio de unos 3 millones de estudiantes.

Fuente: Mineduc.

No obstante, la señora Estrada:

Sobre los rumores de que hay que votar por el partido de Giammattei, no tiene que ser así, porque ese fue un beneficio que los niños obtuvieron en el transcurso de la pandemia, como ellos no fueron a las escuelas los alimentos nos los dieron a nosotros.

El MINEDUC prioriza la entrega de alimentos ante la calidad educativa.

Sebastiana López, de 45 años, tiene cuatro hijos de entre 15 y 17 años estudiantes del Instituto Paiz Ayala, en la zona 6 de la capital. Esta mujer es empleada doméstica en una clínica y en una vivienda y confirma que las entregas no son mensuales como deberían, sino que presentan cierto retraso; no obstante, cuando las bolsas llegan son un alivio pues recibe 4 paquetes de víveres, una por cada hijo. Esta mamá, aunque tampoco está enterada de que la alimentación es por ley, de algo sí está consciente.

Estamos libres para votar, para elegir lo que queremos, pero debemos de pensar bien por quién votar.

El dinero de la alimentación escolar es administrado por las Organizaciones de Padres de Familia, pero ¿quién las fiscaliza? Claudia Ruíz, ministra de Educación, no atiende entrevistas, pero Jannette Bran de Cacacho, directora de Participación Comunitaria y Servicios de Apoyo del Mineduc, dijo en una entrevista a ConCriterio en 2020:

Se rinde cuentas al final del proceso: a qué proveedores se compró y el valor de los productos del mercado. Se hacen auditorías internas, a través de la Contraloría General de Cuentas hacemos verificaciones de facturas y documentos de soporte.

En el año 2022, se erogaron Q2.8 millardos, para la entrega de 2.6 millones de raciones. El consultor en seguridad alimentaria, señala que si bien este programa es de apoyo a las familias, se debe tener claro:

No previene ni reduce la desnutrición crónica en esa edad, los que perdieron esos centímetros ya no se recuperan con este tipo de alimentación. Pero sería importante hacer una norma de salud para prevenir la desnutrición crónica.

El experto cree que el modelo de entrega de Q6 diarios por niño menor de dos años de edad puede contribuir a reducir los índices de desnutrición en el país.

La prevalencia de desnutrición crónica es Guatemala es de 46.5% según el el Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SINSAN), y la UNICEF señala que 49.8 de los niños en Guatemala sufren desnutrición aguda.

El informe 2021 del Consejo Económico Social enumeró las acciones que se han desarrollado para poner fin al hambre y lograr seguridad alimentaria y nutricional, incluido la Gran Cruzada por la Desnutrición 2020-2023, que en 2020 destinó Q500 millones para promoción de la salud, acceso a alimentación saludable y agua y saneamiento; pero de acuerdo con el informe no hay evaluaciones del impacto, en cambio, sí muchos reportes de que los casos de desnutrición siguen incrementando.