Nombre: Anderson Cabrera, 29 años. Hasta el 16 de agosto de este año nadie sabía de él. Es un personaje antagónico de 2017.
Lo que se escucha es parte del ambiente de la peor jornada que este año vivieron pacientes y personal del Hospital Roosevelt; ese día ocho integrantes de la Mara Salvatrucha (MS), asesinaron a siete personas para liberar a su líder, Anderson Cabera, un pandillero con amplio record criminal que ese día fue trasladado de la cárcel de fraijanes donde guardaba prisión a ese hospital, para aparentemente recibir una consulta médica, pero el plan estaba articulado por la estructura para la fuga.
«Se empezaron a escuchar balazos por todos lados, en las ventanas entraban las balas y se oía …pum pum pum; mi mamá estaba en la camilla y nosotros nos tiramos al suelo, a un señor que estaba con su hijo a la par mía los balearon”
Así relató Celeste Rodas los minutos de terror que sembraron pandilleros en ese centro asistencial mañana del miércoles 16 de agosto, ella vio ingresar a Anderson Cabrera y desde ese momento tuvo un mal presentimiento.
“Yo vi entrar gente tatuada y del sistema penitenciario por la emergencia”
No pasó mucho tiempo cuando el caos comenzó, el plan de la Mara Salvatrucha se había puesto en marcha, los cómplices de Cabrera irrumpieron en la emergencia disparando sus armas de fuego, somatando puertas y paredes para crear pánico. La anestesista, Floridalma Gómez sintió impotencia, su testimonio causó impacto.
“Yo estaba sentada cuando empezó la balacera y no paraba, cuando miramos por la ventana y la gente corría de un lado para otro, me dolió cuando vi a una paciente con muleta caerse, nadie la ayudo, que injusto ¡cómo nos vienen a atacar con armas de grueso calibre, nosotros no los hemos dejado morir a ellos, siempre los atendemos!”
Anderson Cabrera es un peligroso criminal que dirigía desde su celda a la clica Vatos Locos de la pandilla MS, célula dedicada a las extorsiones y el sicariato.
Cabrera utiliza por lo menos 11 nombres para confundir a la justicia, es acusado de cometer 20 asesinatos; ya fue condenado a 162 años de cárcel por el homicidio de cinco comerciantes y en marzo de 2018 le esperaba un juicio más por la ejecución del investigador policial Élfego Vásquez Carrera en 2010.
El día del ataque en el hospital fueron capturados cinco hombres que lo ayudaron a escapar.
El 16 de agosto se apagó la luz para siete inocentes que pagaron la libertad del recluso y líder pandillero Anderson Cabrera.
Las víctimas fueron dos trabajadores del hospital, dos guardias del Sistema Penitenciario, dos niños y un adulto que se encontraban ese día en el centro asistencial.
Desde aquel día, de Anderson Cabrera no se supo más, cuatro meses han pasado de esa masacre y los familiares de las víctimas no logran ver luces de justicia.