El jueves de la semana pasada el país rompió récord de contagios de Covid-19, con 5 mil 826 casos, la cifra total de muertos hasta el viernes ascendió a 11 mil 339.  Este mes el conteo de muertes diarias ha llegado a 50, casi igual que en julio de 2020 cuando se reportaron los picos más altos con incluso 73 fallecidos.

La situación empieza a impactar a un sector: las funerarias reportan desabastecimiento de ataúdes, las reservas se acaban y los pedidos de nuevas cajas cada vez tardan más.

Jonathan Rivera, vendedor de funerales Montes Sinaí, en la zona 3 de la capital:

Yo mantengo comúnmente unas 200 cajas, pero si va a ver ahorita la funeraria solo tengo 28 y no paso de ahí. Yo tengo un pedido desde hace un mes y medio que no ha entrado; por ejemplo, el aglomerado -planchas tipo madera comprimida- está escaso, estaba a Q180 la plancha y ahorita está a está a Q270; entonces se le tuvo que subir al ataúd, pero aún así, no hay ataúdes y los que salen ya están encargados.

Rivera administra cuatro locales y antes de la pandemia necesitaba unos 150 féretros mensuales, ahora la demanda incrementó y con los picos altos como ahora llega a requerir hasta 350 cajas al mes.

Jhon Marroquín, representante de ventas en Funerales Quetzaltenango, segundo departamento con más muertes por Covid-19 del país:

Si mucho nos quedamos sin cajas un día o dos días, pero no se ha prolongado.

Este muchacho señala que la demanda bajó hace dos semanas de 8 servicios diarios a 8 a la semana.

Diego Aguilar, vocero de la gremial Funerarias, Crematorios y Cementerios de Guatemala (Funcrece) que aglutina Capillas Señoriales, Amanecer, Reforma, Las Flores y el Campanario, dice que no han enfrentado dificultades ni los inconvenientes de otras funerarias que trabajan con pequeños productores de ataúdes:

Yo creo que esta problemática se está dando en un sector económico más bajo, en donde al estar lidiando con empresas no formales se van a aprovechar de la situación; van a subir precios y nosotros, en cambio, trabajamos la prenecesidad que es que las personas adquieren un servicio antes de que ocurra el suceso.

Aguilar señala que en un mes, en el caso de Capillas Señoriales, atiende unos 270 servicios, mientras que sin la pandemia eran unos 100 servicios menos.

Trámites provocan retraso en inhumaciones

En algo sí coincide el representante de la gremial con las funerarias de la zona 3. Aguilar dice que para que el Registro Nacional de las Personas (RENAP) gestione las actas de defunción deben esperar hasta 8 horas. El administrador de la funeraria de la zona 3 agrega:

Entre las mismas instituciones tienen problemas porque Salud dice que un caso Covid se debe retirar en 6 horas. Y nosotros hemos llegado a las 17 y 18 hrs.

Heidi Melgar, comunicadora del RENAP, responde que por la misma situación han limitado el ingreso para evitar aglomeraciones y eso posiblemente cause retrasos, además:

Una inscripción toma entre 8 a 10 minutos, pero los señores de las funerarias acumulan inscripciones y si llevan 10 estamos hablando de 100 minutos.

También lo atribuye a la demanda de este servicio: Lamentablemente se suman las otras causas de defunción.

Las funerarias señalan que la falta de agilidad provoca retrasos en las inhumaciones:

Lamentablemente el afectado es el usuario el que termina afectado porque a veces hasta en 48 horas se le entrega de un fallecido por culpa de los trámites cuando la ley dice que cuando la defunción fue por Covid-19, debe ser en seis horas.

El trámite consiste en que el hospital o centro donde fallece la personas debe entregar de certificado de defunción, luego se debe inscribir en RENAP, posteriormente Salud Pública autoriza licencia de velación, traslado y permiso de inhumación y la PNC debe sellar un permiso de traslado del féretro, entre otros.