Se quedaron atrapados durante horas en las rutas bloqueadas. Y vivieron horas de cansancio, hastío, hambre y sueño. Un día después los conductores que sufrieron los bloqueos de transportistas que exigen una solución al gobierno para cubrir los costos de los combustibles, comparten opiniones encontradas: mientras unos creen que las medidas de presión son la única forma de hacerse escuchar, otros insisten que no conducen a nada.
“Cuando una familia pide ayuda por quedar atrapada con niños y sin comida tampoco es humano, pero a veces solo así se resuelven las cosas, aunque no es lo correcto”, eso opina Mariano Godoy, de 43 años, un ingeniero civil que tuvo dificultad para cumplir con su trabajo en diferentes lugares en el interior del país debido a los bloqueos que duraron cuatro días
No se ponen a pensar que no solo ellos pierden, nosotros también porque dejamos de obtener ingresos. Los bloqueos no deberían ser una solución, especialmente si se sabe que ya hay un diálogo con el gobierno. Lamentablemente en otros casos hemos visto que solo así escuchan a la gente, mire a los militares como consiguieron su indemnización.
Por medio de Twitter, Alejandra Elizabeth Alvarado Fuentes se quejó de estar atrapada en el kilómetro 171, en la cumbre de Alaska, Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá. Ella pernoctó en su vehículo la noche del miércoles y el jueves pidió ayuda. “No hay tiendas ni casas cerca, por favor si pudieran venir a vendernos agua y comida, desde ayer en la tarde que no comemos” dice el mensaje de auxilio.
A 334 kilómetros de ese lugar en Gualán, Zacapa, estaba Ericka De la Cruz, quien esperó diez horas en el vehículo que ni siquiera avanzaba. La acompañaba su hermana, su sobrina de 10 años y su madre de 80, que era su mayor preocupación por temor a que sufriera deshidratación por el intenso calor.
Fue horrible, fue a partir del kilómetro 180 al Atlántico. Avanzábamos y luego parábamos, así hasta llegar a la entrada de Puerto Barrios. Pasamos al sanitario en una gasolinera. Salimos de la aldea Lo de Coy en Mixco a las 4 de la madrugada, entramos al cruce de Puerto Barrios a las 14 horas. Las protestas se dan por la frustración de la población de no ser escuchada, el diálogo y el respeto debería ser la salida.
No obstante, “la única opción por ahora es un nuevo subsidio”, afirma Luis Ayala, director de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas (MEN), quien no comprende las protestas cuando existe una mesa técnica con transportistas que se supone continuará esta semana.
Si están negociando, me parece muy extraña la forma de negociar, lo que buscamos es un apoyo social al diésel focalizado de acuerdo al volumen de carga o personas que mueven. Fácil es decir un subsidio, pero ahorita que estábamos con Q5 de apoyo al diésel eran Q8 millones diarios que se podrían utilizar en salud, educación y nutrición.
A esa declaración, Homero Fuentes, representante de la Coordinadora de Transporte Urbano de Quetzaltenango, responde que no quieren quedar burlados, pues una de las condiciones para liberar el paso el viernes en ese departamento fue que la mesa de diálogo con ellos continúe con el titular de Energía y Minas, Alberto Pimentel, de lo contrario volverán a tapar las vías.
Desbloqueamos para darle una salida al conflicto, pero con compromisos que ellos hicieron y deben cumplir.
La Coordinadora Nacional de Transportes (CNT) sostuvo reuniones la semana pasada con Pimentel y se adquirió el compromiso de convocar a una mesa de trabajo para escucharlos.
Mientras, Héctor Fajardo, director de la CNT dice que “paralizar la movilidad no es la solución.
“Pensamos que no ayuda a Guatemala. Nosotros hicimos una caravana el 8 de noviembre buscando el compromiso del gobierno para que encuentre alguna forma de resolver los precios del combustibles y que atienda la infraestructura vial pero esta semana no porque ya hablan de bloqueos. Hay que definir una ruta de diálogo pero no es paralizar.