Mariela Quino es artesana, antigüeña y tiene 32 años. Antes vivía de la preparación de los dulces típicos. Ahora, por la época, estaría cocinando nuégados y manzanillas de no ser por el Covid-19 que la alejó de la cocina:
“Por el momento, no estoy elaborando. No tengo tienda, salgo a ofrecer a lugares específicos o al mercado. 1:20 Deje de vender porque muchos locales cerraron. Ahorita he estado yendo a lavar y a planchar ropa ajena.”
El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) asignó un presupuesto de Q100 millones para el programa de apoyo al comercio popular, un bono único de Q1 mil para los trabajadores informales.
Allan Barrientos, subdirector ejecutivo del Fondo de Desarrollo Social (Fodes), la institución a cargo del programa, explica:
“El fondo ya trasladó los 100 millones a Banrural para que haga efectivas las transferencias. Ahora bien, nosotros necesitamos de la liquidación del banco para dar por cubierto el monto específico. ¿Por qué? Porque en algunos casos hay personas que no liquidan su bono.”
Barrientos expuso que a la fecha Banrural ha liquidado Q62.9 millones. Aunque a muchos trabajadores como Quino, el apoyo nunca llegó.
La Municipalidad de Antigua Guatemala entregó los documentos hace más de 3 meses, el 14 de mayo según los registros del MIDES, pero la ayuda nunca se materializó. Hugo Castillo, vocero de dicha municipalidad, cuenta:
“El seguimiento ya quedo en manos del Ministerio. La información era la que ellos solicitaron, no se dejó de mandar nada.”
En contraparte, municipalidades como Río Blanco en San Marcos, que entregaron su información el 2 de Julio, ya fueron liquidados.
Barrientos expuso la discrepancia:
“Faltaba papelería esencial para el procesamiento de la información o la información fue presentada de manera errónea. Se contactaron a todas las municipalidades que tuvieron previos, hay algunas que las enmendaron y otras que no. También se comunicó a la ANAM.”
Castillo expresó que a su comuna no se le notificó y que el proceso de aplicación fue ambiguo y complicado. Sin embargo, otras municipalidades, como la de Guatemala, contaban con un registro de dichos vendedores desde hace 15 años. Por lo que, lograron enviar la información 5 días después del lanzamiento del programa y obtuvieron la mayor cantidad de beneficiarios: 3 mil 303.
Aun cuando el bono llegó, este no fue suficiente. Gamaliel Chin, presidente de la Gremial de Transporte de Rutas Cortas Extraurbanas (Gretrucex), una agrupación de pilotos de camionetas, cuyos miembros fueron beneficiados denuncia:
“Nosotros solicitamos para 1 mil 680 personas. 0:20 Lamentablemente, la demora en la entrega y la complicación en el manejo de la plataforma fue tanta que alrededor del 60% salió beneficiado. ¿Se alivió a la gente? No. Eso fue casi alimentar a un elefante con 2 tortillas.”
El diputado de la UNE, Carlos Barreda, señaló que el bono no llegó a quienes debía:
“Nosotros encontramos muertos, empleados públicos, empleados municipales, proveedores del estado, gente que tiene trabajo formal y tiene IGSS, gente que factura impuestos sobre la renta y está activa, gente que cobro otros bonos. Los hallazgos son de varios miles de personas.”