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Carlos Pineda, el renacido chapín
Además es difícil que el votante se deje sorprender nuevamente por un socio de Baldizón -aquel delincuente confeso y condenado en USA- con quien estuvo aliado.
Publicado el 26 Abr 2024

Al mejor estilo de Leonardo di Caprio, aunque con una corpulencia más parecida al oso grizzly de la película, se dejó ver hace algunos días el sempiterno candidato Pineda. Acababa de presentar “su” partido, SERVIR, y parecía listo para las elecciones 2027.

Pineda es un personaje peculiar. Una especie de quiero y no puedo en el entorno empresarial, y desde hace un par de años también en el político. Hay que reconocerle que maneja bien las redes, y que en este mundo en el que tiene más likes un video porno o una frase estúpida que un descubrimiento científico, Pineda está situado en el ranking de algunas plataformas, o lo estaba que creo es una mejor apreciación.

Dicen -no sé si será verdad- que segundas partes nunca fueron buenas, y el renacido de Pineda aflora a la arena política en un momento inoportuno -o poco favorable- en el que se habla más de los 100 días perdidos de un gobierno recién estrenado que de lo que ocurrirá en cuatro años, futuro a largo plazo en el panorama nacional. Además, es difícil que el votante se deje sorprender nuevamente por un socio de Baldizón -aquel delincuente confeso y condenado en USA- con quien estuvo aliado en “su” partido político inicial. Más tarde, cuando de allí lo expulsaron, se fue a otro que lideró antaño don Edwin Escobar -otro que tal, y cercano también en su momento a Baldizón- y algunos más del entorno de ambos que conformaron una cuadrilla que, como en el renacido, dejaron al protagonista tirado en la nieve, lleno de heridas y a su suerte.

“Lo que no puede ser, no puede ser, y además e imposible”, me enseñaron, y debería ser la frase que figurara a la entrada de la sede del partido SERVIR. Después del experimento SEMILLA, el votante quedará presumiblemente curado de espanto, y partidos que incluyan a personas como don Carlos tienen escasas posibilidades de abrevar en las elecciones 2027, y aparecer tan pronto servirá únicamente para que se vaya elaborando una lista de desaciertos que serán presentados en su momento para desanimar al electorado.

Debería explicar el renacido de dónde saca el dineral que invirtió en el pasado y que también gasta en ahora. Dirá, seguramente, que son aportes de “colaboradores y amigos”, lo que puede ser cierto, pero la repregunta sería cuáles son los nombres de esos amigos que ponen dinero a espuertas para la participación política del tiktokero, ¡ah!, y a que se dedican allá por el Oriente del país.

El de Zacapa quiere volver a vendernos el cuento electoral, pero ya se le pasó el tiempo, como a mi tía soltera sesentona. No está el país para populismos baratos ni mucho menos para nuevas improvisaciones, pero sobre todo para personajes oscuros que gustan de llamar la atención allá por donde pisan, y pasan. A mí, producto de las lluvias que hacen que la cabeza se pierda un poco, el don se me antoja como aquel Gutiérrez del PAN, pero mucho más iletrado, algo que pudo mostrar sobradamente en la breve campaña en la que participó antes de que el TSE lo sacara de la contienda.

Este país de la eterna primavera -de ahí que no florezca casi nada- gusta de comediantes y personajes centauros, mitad bromistas y la otra mitad sin contenido, como lo fue don Jimmy Morales, o incluso don Alfonso Portillo, amén de ciertos candidatos que en cualquier país medianamente civilizado no hubieran pasado de maniquíes de escaparate. Acompañado, posiblemente, de don Menchito, quizá volvamos a escuchar las sandeces de hace unos meses, aunque sean renovadas y llevemos nuevamente la política al nivel palurdo del debate nacional, con el que tradicionalmente se manejan los temas públicos.

En todo caso, don Carlos, el renacido, nos distraerá por un tiempo con sus ocurrencias económicas, sus propuestas creativas de políticas públicas o sus discursos sobre ética política en una arena circense que no deja de llenarse de animales, payasos, mujeres barbudas y otros esperpentos propios del espectáculo nacional de la dizque derecha o la izquierda progresista. En el fondo, cosechamos lo que sembramos y cultivamos, dentro la realidad social que vivimos y del carácter e idiosincrasia nacional.

www.miradorprensa@gmail.com 

Pedro Trujillo
Pedro Trujillo

Socio fundador de ConCriterio, S.A., empresa de generación de contenidos periodísticos. Profesor universitario y conductor de radio y TV

Sobre Pedro Trujillo

Socio fundador de ConCriterio, S.A., empresa de generación de contenidos periodísticos. Profesor universitario y conductor de radio y TV