Cartas a Julieta
Seguimos con mentes dependientes de un salvador patrio con nombre de país, comisión contra la impunidad, comunidad internacional, ONG o cualquier otra cosa que no seamos nosotros mismos.
Publicado el 02 Feb 2024

El cruce de cartas y comunicados entre la presidencia y la fiscalía general hubiera, seguramente, sugerido alguna obra de teatro o literaria, con dramas profundos entre los protagonistas, en tiempos melodramáticos.

Creo que las dos solicitudes presidenciales de “invitación” a la Fiscal General (FG) han estado redactadas de una forma poco afortunada, lo que le ha permitido respuestas legales sustentadas en forma y fondo. La ley, aquella que se modificó en su momento para proteger a una titular de la fiscalía, atora actualmente la destitución que muchos solicitan. Se usó la legislación para proteger a cierta persona, por intereses del momento, y ahora, la misma norma, dificulta tomar decisiones contundentes. No nos paramos a pensar -o quizá sí- que cuando las cosas no se hacen bien, para beneficio de un grupo, más tarde otro grupo será el que se beneficie de aquello mal hecho.

Creo que la Guerra Fría ofrece espacios para reflexionar sobre lo que ocurre y las posibles estrategias a utilizar. En aquel mundo bipolar -igual que ahora entre presidencia y fiscalía general- se manejó como estrategia la “destrucción mutua asegurada”, llegando a la conclusión de que cualquier acción contundente por parte de uno de los contendientes provocaría -aunque consiguiera una “victoria”- efectos muy contraproducentes en el iniciador, lo que aconsejaba desecharla como opción. De aquella cuenta, la “coexistencia pacífica” parecía la salida, contrapuesta a la anterior, aunque generara desgaste, presentaría el mejor balance costo-eficacia, y era la mejor opción en ese dilema en el que se desenvolvía el conflicto. Es exactamente la tesis que propongo para la confrontación nacional.

El cese de la Fiscal General es, de hecho, un punto pequeño en la gestión política. Los ciudadanos desean mejorar, fundamentalmente, sus condiciones de vida, así que el empleo, la económica, el costo de la vida, y temas afines, son los fundamentales en el corto plazo y de no satisfacer esas necesidades, el voto se tornará hacia otras opciones políticas. Situado el problema en su justa dimensión, es preferible librar las batallas adecuadas para conseguir los fines de la “guerra”. Es muy posible que un encuentro, sin exigencias de información ni incumplimiento de ley, sea necesario para ver puntos concretos de coincidencia que apenas durarán dos años más, ya que el cambio de la Fiscal General deberá ser sustituida en poco tiempo.

Sin embargo, hay voces que no consideran el tablero de ajedrez estratégico de la gobernanza y desean a toda costa una confrontación que ni los USA han continuado después del cambio de gobierno. Pareciera ser que el Norte está contento con la lucha contra el narcotráfico y que la extradición ha seguido siendo una colaboración judicial no interrumpida, lo que genera dos escenarios, y dos actores distintos: el departamento de estado, con presión político-ideológica, y las agencias de lucha contra las drogas y el crimen organizado, que han tenido otro tipo de acercamiento con la justicia nacional.

Si la política, que se ha definido de muchas formas, se puede entender como “el arte de hacer posible lo necesario”, la estrategia de coexistencia pacífica parece ser la mejor opción estratégica estos momentos políticos nacionales e internacionales; la mejor fórmula para reconducir una crisis y dejar espacio a la gestión pública en esas áreas que profundamente le interesan al ciudadano. De lo contrario, la nueva administración puede perder el apoyo popular y generar un desgaste que tenga incidencia negativamente en la esperanza del nuevo rumbo. Generalmente, lo perfecto suele estar reñido con lo bueno, y la experiencia aconseja tomar el mejor camino para alcanzar los objetivos finales, y no “victorias” pírricas en el corto plazo que a la larga tenga un costo mayor e imprevisible.

De algo sirve la historia y la perspectiva comparada, y quizá estas reflexiones abran la puerta a soluciones diferentes.

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Pedro Trujillo
Pedro Trujillo

Socio fundador de ConCriterio, S.A., empresa de generación de contenidos periodísticos. Profesor universitario y conductor de radio y TV

Sobre Pedro Trujillo

Socio fundador de ConCriterio, S.A., empresa de generación de contenidos periodísticos. Profesor universitario y conductor de radio y TV