Fueron 12 años de acompañar al sistema de justicia del país y de batallar junto con la Fiscalía Especial del Ministerio Público contra las estructuras criminales incrustadas en el Estado. Ayer los investigadores de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) dijeron adiós a la nación.
Iván Velásquez, jefe misión internacional, se despidió a través de una video llamada en la cual advirtió que las redes criminales se han reagrupado para generar impunidad en el país:
Hay un poder mayor que tiene bajo su control el Estado y hay controles temporales que siempre responde a los mismos intereses.
La misión se va, pero en el último momento mientras Iván Velásquez decía adiós, la directora de investigaciones de la CICIG entregaba en el MP a la Fiscal General una carga de nuevas investigaciones. Aunque no se brindaron mayores detalles, Matías Ponce, vocero de CICIG comentó:
Hemos entregado toda la información, se está entregando la segunda tanda de datos a la fiscal general y con esto la Sra. Fiscal General cuenta con toda la información de las investigaciones que se estaban realizando junto con la Fiscalía Especial. La FECI ya tenía esta información: se trata de informes y casos que aún no han salido y que ahora están en mano de la fiscal general para que los pueda sacar a la luz.
El futuro: una justicia de pequeñas victorias
Sin la misión internacional el panorama de la justicia no es alentador. La falta de independencia judicial es el principal aliado de la impunidad.
Helen Mack, directora de la fundación Mynar Mack: Lo más importante es la investigación independiente, pero es algo que se ve que no se hará, cuando se tiene solo a investigadores connacionales es cuando hay conflicto de intereses.
Mario Castañeda, exfiscal del MP y abogado defensor en casos de alto impacto presentados por CICIG, considera que el escenario no debe verse pesimista:
Hubo una trasformación en el abordaje de estos casos, entonces la instalación de la comisión fue buena. Hubo abusos y se salió en algunos casos del convenio. Ahora la fiscalía tendrá que tomar esas capacidades y de hecho los ejecutores eran los trabajadores del MP, no van a tener un querellante pero la brecha fue abierta.
En los 12 años de trabajo en Guatemala, el MP y organismo internacional lograron identificar a 70 estructuras criminales conformadas por altos funcionarios, políticos, empresarios y narcotraficantes.
El equipo judicializó 120 casos de alto impacto, algunos de los emblemáticos: el caso “La Línea” -el primero que se develó en 2015- y que involucró al expresidente Otto Pérez y la exvicepresidenta Roxana Baldetti; “Cooptación del Estado” y las causas derivadas del financiamiento a partidos políticos: el caso “Construcción y Corrupción”. Con hilos sueltos de estos, se tejieron otras investigaciones que lograron llevar a los tribunales a las elites político-económicas del país. Los acusadores sindicaron a 1 mil 540 personas y se procesaron a 660.
Control de las Cortes
CICIG deja en la orfandad a la Fiscalía Especial y con ello en vulnerabilidad los casos.
Carlos Bezares, constitucionalista:
Con la salida de CICIG, todos los casos en investigación y los que recién inician son los más vulnerables, quizá sean los que más pronto logren cerrar los implicados.
De acuerdo con Bezares, se tendrá una “justicia de pequeñas victorias” y visualiza un caso, como el más vulnerable:
Algunas victorias para el sector justicia tiene que haber, no puede quedar todo en la impunidad porque eso llevaría a un descontento generalizado.
Si ven salir de la prisión a Roxana Baldetti y Otto Pérez la población se va a ofender entonces en los casos más emblemáticos puede haber condenas. Casos por ejemplo como el de Construcción y Corrupción, creo que se va a perder, porque ya hay signos; se han decretado muchas faltas de mérito y es posible que muchos de los implicados sean liberados de cargos.
Eslabones de impunidad
Una pieza clave en la nueva fase de la justicia, serán las cortes específicas, cree Bezares:
El otro factor de vulnerabilidad, y que ocurrió aun estando CICIG en el país, van a ser las salas de Corte de Apelaciones porque todos los que sean condenados van a buscar apelación y lo que hemos visto hay tendencia a anular los fallos de los tribunales de sentencia.
Además, el abogado considera que en el proceso de elección de nuevos jueces “la libertad” será una moneda de canje para seleccionar al nuevo poder judicial. Así mismo, la salida de CICIG puede abrir la puerta para el retorno de los prófugos de la justicia.