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A una maestra de la aldea Xenaxicul en Aguacatán, Huehuetenango, le tiene prohibido el ingreso al centro educativo pues el director apoya el paro de Joviel Acevedo, el secretario del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG). Ella cree que las clases deben continuar y una familia le habilitó un espacio en su casa para continuar el ciclo escolar, suspendido desde el 26 de mayo y en el cual se han amonestado a unos 6 mil 500 profesores.
Maestra debe improvisar un salón de clases en una vivienda.
En ese mismo departamento, pero en la aldea Chinacá, padres de familia y alumnos protestaron el lunes y exigieron que reanuden las clases en la Escuela Cantón La Laguna. En la protesta intervino César Ordóñez, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (CODEDE), quien dijo:
“Quedamos que si no vienen mañana –los maestros– se les levanta un acta de conocimiento como parte del COCODE porque nosotros no vamos a permitir que estén “huevonenando”.
Los maestros no se presentaron y ayer el COCODE cerró las puertas de la escuela para que los 15 docentes que abandonaron las aulas ya no ingresen: pusimos candados y fue un herrero a sellar.
En este establecimiento funcionan dos jornadas, pero los maestros de la jornada vespertina sí imparten clases con normalidad, mientras que la matutina afecta a unos 335 alumnos.
Los líderes comunitarios solicitaron a la dirección departamental del ministerio de Educación (MinEduc) que contrate nuevos maestros dijo el presidente del COCODE a ConCriterio:
Ya no queremos a esos maestros que perdieron su oportunidad, queremos nuevos maestros. Primero lo quisimos hacer formalmente: hicimos una invitación de manera verbal; luego, escrita; e hicimos una última invitación para que explicaran por qué no se están presentando. Ellos aducen que es por el bienestar de los niños, pero lo que realmente están peleando es un aumento de 15% y que el Gobierno les dio 5%, pero no lo quisieron aceptar.
El STEG está por cumplir 4 semanas de protesta en la capital. Francisco Cabrera, viceministro de Educación, cuenta que unos 5 mil centros educativos no funcionan con regularidad.
Eso significa que si tenemos un sistema educativo con 36 mil centros educativos y 31 mil están trabajando con normalidad.
Mario Noj Revolorio, profesor de secundaria de la Escuela de Aplicación Carlos Martínez Durán de la zona 12 de la capital, es miembro del STEG, pero no se sumó a la huelga: Todo el claustro estamos laborando. No hemos tenido ni presión ni represión; ni hemos sido señalados de que no apoyamos el movimiento porque, de hecho, no estamos de acuerdo: si validamos a Joviel, estaríamos apoyando que lleve “agua para su molino”. Como magisterio sabemos que él siempre persigue segundas intenciones.
Este profesor tampoco está conforme con el incremento del 5% decretado por el Gobierno, pues él cree que lo adecuado es el 15%. También asume que solo docentes regionales se sumaron a la protesta. El MinEduc levantó 6 mil 500 actas por ausencia de maestros en las aulas; un grupo está por ser sancionado con 10 días sin goce de salario, tras haber revisado los descargos de los profesores.
El viceministro Cabrera:
Entonces se puede hacer un cálculo que les puede afectar con el 40% de su salario.
Para las escuelas cerradas, el ministerio diseña un plan para reponer el tiempo perdido y cumplir el ciclo escolar de 180 días:
Se está diseñando una intervención para apoyar a los estudiantes que han quedado sin clases estas semanas y se están considerándo varias opciones, como ampliar el ciclo en donde se haya interrumpido el aprendizaje.
Mientras tanto, en Huehuetenango, el CODEDE fue citado por la dirección departamental para tratar el cambio de los maestros ausentes. El presidente comunitario: Si ellos quisieran trabajar nuevamente, van a tener que resarcir ese mes perdido.
Joviel pide lo imposible a maestros: rechazar el aumento salarial
Este COCODE monitoreará y tomará las mismas medidas en otros establecimientos.
Y en un acto tan diferente, Jairo Orellana, diputado de CABAL de Jalapa, tomó una carretilla en la Despensa Familiar, compró abarrotes y los llevó a la Plaza de la Constitución a los maestros que paralizaron la educación.
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