La primera reacción de la mayoría de conocedores al binomio Thelma Cabrera/Jordán Rodas, fue considerarlo un error grave de la Coordinadora de Desarrollo Campesino (Codeca, el movimiento social que organizó, como su brazo político electoral, al Movimiento de Liberación de los Pueblos, MLP). Error grave, según diferentes analistas, porque Codeca se hace mucho más vulnerable de quedar excluido del proceso electoral.
Y como si se tratara de una coreografía bien planificada, el cuadro más visible de la Fundación contra el Terrorismo, Ricardo Méndez Ruiz, inmediatamente anunció que procurarían la exclusión del binomio de las elecciones. Jordán Rodas, como antiguo Procurador de Derechos Humanos, estuvo a cargo del manejo de fondos públicos. Y aunque hasta la fecha de su nominación no ha habido ninguna acusación en su contra, Méndez Ruiz advirtió que ya tienen previsto plantearle proceso. Cuatro años atrás, una estratagema semejante permitió excluir a Thelma Aldana de la competencia. Acusaciones express que el Ministerio Público tramita de forma expedita y órdenes de captura dictadas por jueces amigos de la coalición gobernante garantizan el bloqueo de cualquier candidato no deseable para el sistema. O bien, una Contraloría General de Cuentas en poder de los aliados que otorga o revoca finiquitos según convenga a quien quiere seguir con la administración del negocio público. La ruta ya está trazada.
Pero una cosa es impedir la candidatura de una ex Fiscal General sin un partido político detrás suyo con bases reales organizadas y otra excluir a un movimiento con capacidad, modesta, hasta ahora, de movilización popular. Un movimiento además que no enfrenta por primera vez al sistema legal guatemalteco. En 2014 Mauro Vay, el fundador de Codeca, fue llevado por tres meses y medio a prisión acusado del hurto de fluidos y fue excarcelado primero y exonerado judicialmente en 2018 de esa acusación.
Codeca se ve a sí misma capaz de plantear el desafío y afrontar sus consecuencias.
Quiere establecer, ¿hasta dónde está dispuesto a llegar el régimen de poder en Guatemala? ¿Sólo va a permitir la participación de opciones que marchan a su ritmo? Y luego, quiere medir también cuáles son sus capacidades reales como movimiento para enfrentar la exclusión.
Esto es, está dispuesta a llevar al borde al propio sistema. Y el proceso, con la nominación de Jordán Rodas junto a Thelma Cabrera se convierte para Codeca en su prueba de fuego. Jordán Rodas es detestado por el status quo. Lo abomina. Y eso mismo lo convierte en un compañero de fórmula ideal para una mujer mam que en 2019 ganó cinco distritos electorales de mayoría indígena y quedó primera en 43 municipios con las mismas características.
El sistema parece ir rumbo a responder de la manera previsible, con desesperación y con una medida antidemocrática inspirada sea por la inquina o por el miedo.
¿Teme el sistema a la posibilidad de una derrota electoral a manos de Codeca y preferirá impedir su participación? ¿O se mostrará confiado en poder afrontarlo con éxito? A diferencia de otros partidos políticos que aspiran a gobernar, Codeca no ve las próximas elecciones como todo su horizonte. Para sus integrantes, su camino se vislumbra muy largo y la cita del 25 de junio de 2023 es sólo una etapa rumbo al destino.