Escuche la nota aquí:
Colomba Costa Cuca, Quetzaltenango. Han pasado solo 36 horas desde el crimen de un adolescente dentro de un gimnasio, pero el temor de los vecinos se siente en una conversación telefónica.
Son pocos quienes quieren hablar abiertamente después del martes. El crimen de un adolescente de 13 años quien disparó a otro de 15 ante la mirada conmocionada de unos 300 compañeros de clase, es como un trauma colectivo.
Los lugareños, en este municipio a 223 kilómetros de la capital, tienen claro qué ocurre: penetrar territorio de una pandilla se es una sentencia muerte cuenta un vecino:
Una vez un joven de la San Antonio tenía una novia en la Florida y llegó a visitar a la novia. Mataron a la novia, a él y a la abuela de la patoja: son cuestiones amorosas y de territorio.
Los vecinos incluso tienen bien definido el mapa de las pandillas, por lo menos en el casco urbano: La mara 18 abarca la colonia San Antonio, Guadalupe, 5 de Enero, Morelia y el Arenal –¡Dios guarde entrar ahí, a arriesgar su vida va ahí– y un poco la colonia Gálvez… El otro bando –la mara 13–: colonia la Florida, todo lo que abarca El Rastro y el barrio San Miguel.
En mayo de este año fue asesinado Óscar Chuc Tax, agente de la PNC quien investigaba a un grupo de pandillas en Colomba Costa Cuca; la semana pasada asaltantes de una agencia bancaria mataron a Isidro López Hernández e hirieron a otro agente.
Según las estadísticas históricas que recopila el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), el promedio anual de homicidios en Colomba oscila entre 25 a 37 desde el 2012 hasta hoy.
El municipio cuenta con 54 agentes de Policía Nacional Civil (PNC), pero son insuficientes para atender la delincuencia en las 80 localidades.
Un adolescente es trasladado hacia la emergencia del Hospital de Coatepeque con una herida de bala en el cráneo, el ataque ocurrió en el gimnasio municipal de Colomba Costa Cuca, Quetzaltenango. #CVBalServicio pic.twitter.com/XnR6uzTwd7
— Bomberos Voluntarios (@BVoluntariosGT) September 17, 2024
El joven de 13 años que disparó contra el otro muchacho que se encuentra en estado de gravedad, también era estudiante del Instituto por Cooperativa de la localidad, pero según las versiones de los vecinos, había abandonado las aulas. Ayer fue capturado en Retalhuleu, junto con su papá, quien se presume es propietario del arma. Los locales poco saben de los menores y las autoridades no respondieron.
Un religioso del lugar: “Es necesario que el Ejército salga a las calles, porque a la PNC no la respetan. El día domingo, se estaban agarrando aquí en la cancha y una señora pedía que quemaran al muchacho y le puyaron la espalda. Otras veces, las mujeres han salido a ayudar a los policías porque les quieren pegar, pero con el Ejército todos salieron corriendo.
Las autoridades del lugar aseguran que hay reclutamiento de niños desde los 10 años para integrarlos a las pandillas y esto ocurre tanto en Colomba, Flores y Génova Costa Cuca.
También hace referencia a Mirna Elizabeth Juárez, apodada «La Rancherita» originaria de Génova y condenada en 2019 a 50 años de cárcel, por lanzar una bomba contra un bus en la colonia Quinta Samayoa, zona 7 de la capital. El juicio reveló su vínculo con una pandilla. El explosivo reventó en sus manos, ella perdió ambas extremidades.
“La Rancherita”: dos años después sin brazos ni prótesis en la cárcel
En abril de este año, la vicepresidenta Karin Herrera inauguró en este municipio la quinta oficina especializada en investigación de trata de personas y tráfico de migrantes.
De acuerdo con el Censo 2018, en Colomba Costa Cuca, el 97% de los vecinos son ladinos y el 82% analfabetas.