A menudo cuando se habla de tarjetas de crédito, las conversaciones giran en torno a cómo salir de ellas o cómo evitar pagar una suma alta de intereses. Sin embargo, no todo es negativo, existen algunas que pueden otorgar beneficios.
El experto César Tánchez, quien dice no estar en contra de las tarjetas de crédito, destaca que los problemas con esta modalidad de pago responden la falta de conocimiento de cómo usarlo.
«Si utilizamos bien las tarjetas, se puede sacar grandes ventajas a los programas de lealtad.»
Categorías de tarjetas según el beneficio
- Millas: Son las que acumulan millas por su uso y que se pueden canjear de forma directa en boletos aéreos, hoteles y otro tipo de gastos de viaje.
- Puntos: Son las que transforman el consumo en puntos que, posteriormente, se pueden cambiar por electrodomésticos, combustible o boletos aéreos.
- Efectivo: Un porcentaje menor de tarjetas acostumbra a devolver beneficios a sus usuarios en dinero en efectivo.
¿Los beneficios tienen un costo adicional?
El beneficio no tiene un costo adicional, pero tampoco es gratuito, ya que se ofrece como compensación por el uso.
Las tarjetas de crédito ganan de dos vías: una por el financiamiento al consumidor, en modalidad de intereses, y por cobro a los comercios que permitan esa modalidad de pago.
¿Cómo elegir la mejor?
Tánchez recomienda definir cuál es el beneficio que se busca obtener para elegir a la mejor tarjeta. Por ejemplo, si lo que se quiere es viajar, la mejor opción es una que acumule millas.
Aún entre este tipo de tarjetas, hay variedad, ya que algunas trabajan con aerolíneas específicas, ofreciendo así una idea de los destinos que se podrían escoger.
La magnitud de los beneficios dependerá del crédito que se maneje. Las tarjetas básicas ofrecen beneficios más pequeños, mientras que las asignadas a personas con un alto consumo, cuentan con mayores prerrogativas.
«Todo va apegado a cuánto consumes.»
La popularidad creciente de las tarjetas ha llevado a que algunas cobren una membresía anual que puede superar los US$450 anuales. Si bien, los beneficios pueden ser tentadores, Tánchez aconseja no elegirlas ya que hay «suficiente oferta como para pagar por un programa de lealtad».