Los 158 diputados del Congreso de la República y 24 trabajadores más, entre directores y subdirectores, quedaron protegidos durante dos años con la contratación de un seguro médico y de vida aprobado por la Junta Directiva que preside Álvaro Arzú Escobar. El Organismo Legislativo pagará Q14.9 millones, el valor de la póliza por 24 meses para la aseguranza de congresistas.
La protección médica de los diputadoses noticia justo cuando Organizaciones No Gubernamentales, que reciben fondos estatales en apoyo a los servicios de salud que prestan, no vieron incremento en su presupuesto, pese al esfuerzo de algunas, alas cuales les fue negado.
El Instituto Nacional de Cancerología (INCAN) para su presupuesto 2018 solicitó Q10 millones adicionales a los Q21 millones que le entrega el Estado. Sin embargo esta fue la respuesta del ejecutivo y de los congresistas: «que dinero lamentablemente no había».
Es la de la doctora Fabiola Valvert. El requerimiento del INCAN eran Q4 millones menos de lo que costó el seguro médico de los diputados. La indignación de los médicos subió al tono de la frustración
“Yo con ese dinero hubiera podido curar a 100 pacientes con linfoma, si hubiéramos tenido esos Q14 millones extra. Pero no los tuvimos”.
La médicaes especialista en cáncer de linfoma, que afecta ganglios y médula ósea.
“Son pacientes curables, pero nosotros no tenemos los tratamientos ideales para ellos, entonces les damos un tratamiento subóptimo, que llega a curar al 40 por ciento, pero podríamos tener una sobrevivencia del 80 por ciento si tuviéramos los medicamentos adecuados”.
Pero el Congreso ha dejado desprotegidos a estos pacientes: no les asignó más recursos, al igual que a la Unidad Nacional de Atención al Enfermo Renal Crónico (UNAERC). Nicté García, de Comunicación Social de esa entidad, dijo que para este año solicitaron incremento de Q166 millones de quetzales, pues se pretendía ampliar a la cobertura y la infraestructura de la sección, pues en 10 años el número de pacientes renales incrementó en 198 por ciento.
“Es difícil porque la cantidad de pacientes sigue aumentando y el presupuesto sigue igual. El problema más grande de no contar con más presupuesto es que seguiremos trabajando bajo hacinamiento ya que se nos dificulta la construcción del nuevo edificio”
La UNAERC inscribe a diario, en promedio, a 10 pacientes nuevos, pero según la comunicadora, al no contar con un edificio con mayor capacidad es limitada la atención.
“Lo que nosotros hemos hecho para poder cubrir las necesidades, es que a nuestros nuevos pacientes intentamos que ellos se queden el programa de diálisis peritoneal, tratamiento que se recibe en su casa, pero hay dificultades porque las personas no cuentan con infraestructura ni las condiciones para recibir ahí el tratamiento”
Algunos diputados como Estuardo Galdámez declararon que merecen el seguro contratado por el Organismo Legislativo e incluso un aumento de sueldo. Así lo publicó en su cuenta de tuiter el fin de semana. En tanto otros congresistas han dicho que se trata de un seguro colectivo y que aunque renuncien al mismo, seguirá vigente.
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