Estéfana Fajardo fue una de las afectadas. Primero fue el cierre del mercado debido a la pandemia y tuvo que trasladar su taller de costura para trabajar desde casa. Luego vinieron las lluvias y su casa se inundó. Ella es vecina de la Colonia Nueva Vida en Guastatoya, El Progreso, un lugar afectado por las lluvias de la semana pasada:
“Toda el agua se vino sobre la casa. Entre todos pasamos echando escoba. Incluso, en el patio, todavía hay piedras rezagadas que no he logrado sacar. Yo que tengo 61 años tengo miedo que me contagien. No tengo esperanza que me ayuden”.
Más abajo, a casi 120 kilómetros al sur de la comunidad de Estéfana Fajardo, está Jutiapa, ahora bajo alarma en los mapas de los meteréolgos. El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) advirtió que esta semana un sistema de baja presión afectará el país. Las lluvias pueden provocar inundaciones, derrumbes y deslizamientos en la Costa del Pacífico. Y si la velocidad de los vientos llega a pasar los 118km por hora, los metereólogos temen una tormenta tropical.
En entrevista ConCriterio, César George, jefe de meteorología del INSIVUMEH, explicó que la depresión tropical que se formó mar a dentro en Costa Rica puede llegar y golpear desde Jutiapa hasta la costa de San Marcos.
“Se vienen fortaleciendo como sistemas de baja presión y, según mi experiencia, por las aguas cálidas se fortalecen y pueden cambiar su trayectoria en cualquier momento”.
Es el anuncio de que puede llover sobre mojado. Aunque el presidente Alejandro Giammattei anunció en su mensaje del domingo que toman las medidas para enfrentar la temporada de lluvias, la pandemia lo complica todo: ¿cómo mantener la distancia física entre personas en una evacuación o dentro de un albergue?
Es complicado. Eso dice el director de Planificación de la Municipalidad de Guastatoya, Édgar Chávez, quién trabajó en conjunto con la CONRED la semana pasada para atender a los vecinos afectados con la lluvias del jueves cuando debió coordinar la evacuación de 25 gentes al salón municipal:
“Las fuertes lluvias ocasionaron inundaciones en un sector de la cabecera de Guastatoya. Vecinos apoyaron a los otros vecinos para salir de sus viviendas. Definitivamente en ese momento, por más que se hubieran querido tomar las medidas recomendadas con relación a la pandemia, es bastante complicado”.
No solo allí es difícil. Walter Hermosilla, bombero voluntario desde hace 34 años y jefe de la compañía número 100 en la capital, admite que el protocolo propuesto por la CONRED es difícil de cumplir en la práctica por falta de personal y el peligro de contagio del COVID-19.
“Como primera respuesta le sé decir que hemos dado un paso atrás porque es un enemigo invisible y no sabemos cómo tratarlo. Los puntos de reunión que habíamos aprendido se complican por el distanciamiento”.
Según el Índice de Gestión de Riesgo (INFORM) del Comité Permanente Interinstitucional de la Unión Europea de 2017 y 2018, Guatemala es el país con más riesgo a sufrir una catástrofe y con menos capacidad de respuesta. La Conred estipula entregar gel antibacterial, mascarillas a las personas dentro de los albergues y se procurará el apartamiento por núcleo familiar.