¡Hoy podemos decir misión cumplida!
Con esa frase cerró Consuelo Porras, Fiscal General y jefa del Ministerio Público (MP) su discurso de designación para continuar su periodo hasta 2026, luego de que el presidente Alejandro Giammattei la juramentó en el Patio de la Paz del Palacio Nacional de Cultura, con la presencia de Shirley Rivera, presidenta del Congreso de la República, diputados oficialistas y la presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Silvia Váldes, quien en el último momento de la selección abogó por Porras. Y Gimmattei, destacó:
“La Comisión de Postulación, otorgó el punteo más alto a una persona (…) de forma unánime. Los señalamientos mediáticos o políticos que puedan existir (…) no tienen ningún valor para despojar a una persona de su capacidad, idoneidad y honradez…”
Riesgos para Giammattei
La decisión del presidente puede analizarse como errática para algunos entrevistados. Claudia Paz y Paz, exfiscal General de la República:
Es una decisión desafortunada por parte del presidente porque ella se mantendrá en la institución después de que se acabe el mandato presidencial. Y significaría un mayor aislamiento y pérdida de confianza a nivel internacional ya que está incluida en la lista Engel por favorecer la corrupción y a nivel interno no habría condición para iniciar el rescate del MP.
Hay quienes creen que incluso Giammattei se pone en riesgo, con esta elección. Así lo dijo Javier Monterroso, exsecretario del MP, en una entrevista con este reportero el mes pasado. Monterroso, cree que la reelección de Porras, solo la empodera:
Una persona como Consuelo Porras, reelegida, tendría un gran poder (…) una persona que se reelige, tiene incluso más poder que el propio Presidente. En el sentido de la acción penal y no tendría esa lealtad hacía Jimmy Morales ni al propio Giammattei.
Y Erika Aifán, una de los 24 jueces y fiscales en el exilio, que denunciaron persecución de la administración de Porras, refuerza:
No debemos perder de vista que una de las máximas expresiones del poder punitivo del Estado, es el derecho penal por esa facultad coercitiva de usar toda la fuerza pública para hacer cumplir la administración de justicia, es por eso que el MP debe ser imparcial, porque ejerce ese poder punitivo del Estado.
Consuelo Porras en sus últimos informes destacó la ampliación de la cobertura fiscal en los 340 municipios; además, de la reducción de la mora fiscal en 23%. Giammattei, enfatizó en el presupuesto de la institución:
El MP cuenta con el presupuesto más alto de los últimos 5 años, entre 2017 y 2022 ha habido un incremento de Q1, 631 millones, es decir ha generado más presupuesto que el de 10 ministerios.
Para el presente ejercicio fiscal la asignación al MP, fue de Q3.5 millardos
Francisco Quezada, investigar en seguridad y justicia, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), cree que la Comisión hizo el trabajo técnico y el presidente lo político, aunque:
Es una decisión que solo él puede saber qué estándares propuso: técnico y/o desde la perspectiva de su conveniencia o su gobierno.
El CIEN realizó una evaluación a la institución y entre otros hallazgos, detectó:
Desde otros períodos ha venido de menos a más: ha mejorado su rendimiento en manejo de inventarios, tienen sistemas de depuración, ya no se quedan los casos en abandono y ahora lo más importante es que la fluidez vaya acompañada de calidad.
Hermann Girón, presidente del Comité de Asociaciones Comerciales Industriales y Financieras (CACIF), gremial que reconoció el trabajo de Porras en 2021 dijo: El país necesita un MP, independiente, eficiente para realizar la investigación penal de manera profesional.
Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (FUNDESA), reconoce avances en cobertura, pero:
Hay que trabajar en mejorar los seguimientos en casos de homicidios y extorsiones y ese debe ser el enfoque.
Los fiscales que han debido salir del país han denunciado bloqueos y estancamiento de en investigaciones que tocan al presidente Giammattei y otros poderes
Alida Vicente, autoridad indígena de Palín Escuintla, manifestó desánimo y poca esperanza de cambio:
Más que esperar de ellos es esperar del pueblo de Guatemala. El poder soberano radica en la ciudadanía y tenemos que empezar a demandar cuentas. En la medida que no nos empoderamos no vamos a generar cambios.