¿Planea reunirse con amigos que no ve desde hace mucho tiempo? Es la pregunta de un anuncio en las redes sociales, seguido de una recomendación para adquirir por Q300 pruebas “rápidas” para detectar covid-19. Conscientes de que este mercado incrementa, aún sin autorización, el ministerio de Salud dará luz verde para que las  pruebas “caseras” de antígeno o de diagnóstico nasal para detectar covid-19, se vendan en las farmacias, aunque no cuentan con un sistema para evitar que el subregistro de casos continúe.

Francisco Coma, ministro de Salud.

«No todas cumplen los requisitos, lo que queremos es que si las personas ya las usan, tengan certeza de que sirven.  Hay farmacéuticas que las venden y están aprobadas. Es de recordar que aunque es una prueba personal, en el ministerio las seguiremos haciendo. Esta disposición es para facilitar un diagnóstico temprano y que puedan acceder a medicamentos de manera temprana».

Coma dice que no hay una fecha exacta para liberar la venta de estas pruebas en todas las farmacias, pues el Laboratorio Nacional de Salud comenzó la evaluación de las que ya circulan para certificarlas. También se elabora una guía y se analizan soluciones para garantizar que quienes se hagan ese tipo de pruebas en su casa, lo reporten al ministerio de Salud.

«Por ahora la recomendación es que si las pruebas salen positivas, que se hagan una prueba de validación en un laboratorio, porque sabemos que la sensibilidad de las pruebas rápidas no es óptima, si sale positivo les pedimos que acudan a centros de atención para que se valide la prueba».

Una quinta ola de contagios de covid-19 ha elevado la positividad hasta en un 40% en los centros de salud y se debe a la  nueva variante de Ómicron que es un 30% más fácil de contagiar. Según el ministro de Salud, esta situación empieza a reflejarse en los centros de diagnóstico ya que se forman largas filas de personas y por esa razón muchos acuden a las pruebas rápidas. 

Mientras en Guatemala las autoridades de Salud analizan el tema, en otros países estas pruebas se venden o son financiadas por el Estado para garantizar la salud de los estudiantes o simplemente para los asistentes a una reunión familiar o ingresar a una discoteca.

En Guatemala es común ver largas filas de personas en busca de una prueba para detectar covid-19.

Ligia Hubert, catedrática universitaria residente en Buffalo, Nueva York, dice que en las escuelas y universidades hay mucha confianza en las pruebas caseras de tipo nasal y es normal que se entreguen de forma gratuita. Estas se recomiendan incluso un día antes de que los estudiantes participen en actividades donde tendrán mayor contacto físico.

«Tengo en mi botiquín muchas pruebas y justo ahora que vamos a viajar con mi familia las llevo porque voy a pasar en varios lugares. Para hacerte la prueba solo introduces el hisopo en las fosas nasales, luego se mete en un tubo con una solución, en las plaquetas se colocan tres gotas de la solución que se mezcló con la muestra del hisopo y te marca dos rayitas: es como una prueba de embarazo, si marca una rayita que significa que la prueba funciona; si sale la otra significa que eres positivo».

 Carolina Castellanos, quien se dedica a la importación de medicamentos, dice que si se libera la venta de estas pruebas algunas casas farmacéuticas aprovecharán el momento para incrementar los precios y otras casas no autorizadas venderán el producto con mayor facilidad. Actualmente, la agencia encargada de la administración de medicamentos y alimentos (FDA por sus siglas en inglés) ha autorizado 17 marcas diferentes de pruebas caseras.

En algunas farmacias de Guatemala se indicó que el costo de estas pruebas es de Q1 mil 500 la caja que contiene 20 pruebas de antígeno. Aunque fueron retiradas del mercado hasta nueva orden.