La huella digital que dejaron criminales cibernéticos que saquearon las cuentas bancarias de ocho guatemaltecos permitió a los investigadores del Ministerio Público (MP) seguirles la pista a tres delincuentes que detrás de una computadora robaban el dinero a cuentahabientes.

Los montos del fraude informático oscilan entre Q50 mil a Q150 mil, pero en opinión de Luis Pineda, un investigador informático independiente, estos crímenes se cometen a diario en el país.

“Q50 o 150mil no es significativo para la cantidad de fraude que se comete en el país; felicito al MP por el trabajo que hizo, pero no es ni el 1% de cantidad de fraudes, clonaciones de tarjeta o phishing que se realiza en Guatemala”.

ConCriterio solicitó entrevistar a los fiscales de la Unidad de Mixco a cargo del caso de fraude electrónico, pero está no se concretó. Tampoco se aportó más información ni en la sección de delitos cibernéticos de la Policía Nacional Civil  que no accedieron a conversar.

¿Cómo operan estos criminales de la red?

El investigador informático indica que en el pasado lo hacían con trampas para robar la información: como ingresar al algún sitio web donde ofrecen una promoción o través de imágenes llamativas. No obstante los métodos se han sofisticaddo apunta Pineda:

Se crea una página o correo espejo y se trata de obtener información  personal de los usuarios. Te dicen por ejemplo: Henry tu cuenta de Gmail está siendo hackeado, necesitamos que verifiques tu contraseña y resulta que el correo es Gmail pero la L final es i mayúscula, y te piden que metas tu contraseña y envíes un correo y la persona que tiene el dominio de esa página recibió toda tu información.

Algunos consejos para evitar que nos vacíen las cuentas bancarias a través de fraudes en línea son:

• Verificar que las páginas sean las correctas
• Que los sitios de internet sean confiables: en especial cuando compartimos información sensible. Una forma de saberlo es que tenga verificable con el candadito en la parte superior izquierda.
• No abrir enlaces sospechosos o archivos

Luis Fernando Calderón, de 34 años, y trabajador de la  industria de químicos para textiles en Guatemala fue víctima en la última década de los ciberdelincuentes: la información de sus tarjetas fue captada por estos críminales.

La primera vez que me pasó fue hace 10 años, era una tarjeta de débito de Citibank –no tenía seguro- un día la quería usar y estaba bloqueada y en el banco me dijeron que la suspendieron por cargos sospechosos en El Salvador, al parecer la pasaron varias veces en una gasolinera y gastaron como Q3 mil. Ese dinero no lo recuperé.

Luego de esa experiencia, optó por contratar seguro para sus tarjetas, no obstante volvió a ocurrir:

La siguiente vez fue una tarjeta de crédito con BAC Credomatic, pasó lo mismo: quería hacer una compra y no pude. En el banco me preguntaron si yo quería hacer un cargo en Colombia y dije que no.

Esta vez no lograron hace la transacción que era por US$100 y pasó. De nuevo también probaron realizar compras por una cantidad igual, solo que ahora del otro lado del mundo:

El tercer caso fue con una tarjeta del BAM en esta ocasión me cayó de inmediato un mensaje donde me decía que se había una transacción en un sitio web de China, el banco me llamó y congeló la cuenta.

Sobre esto apunta Pineda:

Existen programas que han creado hackers que juegan con números y con este software van tratando de hacer match, con bancos con tarjetas y cuentas y esto sucede con muchas compras en línea y las utilizan en otros países.

Roxana Pérez, una ama de casa de 43 años tuvo también una experiencia recientemente: su tarjeta fue usada en Ubereats.

“Hicieron una compra de US$20 con mi tarjeta, no sé cómo le hicieron, si la clonaron o cómo”

En Guatemala no existe aún una ley de delitos cibernéticos por lo que estas causas se procesan como fraudes.