En el primer semestre de este año, la señora Margarita, una comerciante de 70 años, se acercó en dos ocasiones al Hospital Nacional de Salud Mental Federico Mora, para recoger la medicina para tratar la esquizofrenia de su hijo de 45 años, pero la respuesta fue:

“No hay medicina, no hay ni de esta que le recetaron, ni de otra…y no se puede y no se puede”.

Era la segunda vez que esta usuaria acudió para verificar si se habían abastecido de medicamentos, pero no.

Tras la denuncia, este reportero llamó Luis Ángel Ávila, director del hospital, quien confirmó la crisis de abastecimiento desde hace seis meses, derivado de los retrasos que ha provocado la logística en los puertos:

Hemos sacado a cotización en Guatecompras y no ha habido oferentes para los dos principales medicamentos: Haloperidol y Clorpromazina, no hay quién oferte, porque los barcos que iban a traer la materia prima tuvieron problemas. Pero sí hemos comprado otros medicamentos, pero son más caros para nosotros.

Este retraso no solo impacta en la salud de estos pacientes, también afecta los recursos públicos, el director del hospital señala que deben comprar productos que se compran 10 veces más caros, los productos habituales cuestan:

Este producto cuesta hasta 0.50 o Q1. cada tableta y ahora les estamos dando productos que cuestan hasta Q10 por tableta.  Mientras tenemos la oportunidad para que venga la materia prima y que haya casas médicas que lo produzcan y lo puedan vender.

La usuaria que denunció la falta de medicamentos buscó la medicina en farmacias particulares con la receta del médico, pero le dijeron que está agotada, mientras tanto el sistema nervioso de su hijo se descompensa. El director del hospital pidió referir de nuevo a la paciente y solo así se le suministró de las medicinas. El funcionario señala que tienen prohibición de referir a pacientes a alguna droguería determinada.

Este reportero hizo consultas en farmacias y en efecto la respuesta en muchas es que no hay existencia del producto, no obstante, Select Pharma, ubicada en la ruta a San Juan Sacatepéquez, tiene en su inventario tanto Haloperidol y Clorpromazina, los dos medicamentos de bajo costo de los que no dispone el Federico Mora:

¿ustedes tienen Clorpromazina?

–        Sí tenemos, y la caja de 100 tabletas le cuesta Q75

Y ¿tienen Haloperidol?

–        Sí y también cuesta Q75 la caja de 100 tabletas.

En esta droguería también están disponibles la Olanzapina y Quetiapina, los dos fármacos, con los que el hospital trata de sustituir a los principales y por los que está pagando hasta 10 veces más, los precios acá dependen los miligramos y la cantidad de tabletas:

–        La Olanzapina es Olexar con nosotros, tenemos de 10 y 5mg, la caja viene por 28+7 tabletas y le cuesta Q709 y la de 5mg, Q723.

¿Y Quetiapina?

–        Vienen en cajas de 30 tabletas: la de 25mg, Q148; la de 100mg en Q252 y la de 300mg en Q559.

Independientemente de los miligramos y cantidad de tabletas, los medicamentos alternativos representan un mayor costo. El director responde:

Hay crisis, pero nosotros estamos buscando soluciones y tenemos el apoyo del ministro para que compremos otros productos, claro a mayor costo.

Y lamenta la situación de las personas, especialmente quienes vienen de otros departamentos:

Solo cuando es el costo del pasaje para la gente para venir acá y a veces no hay medicamento, pero estamos buscando soluciones.

El hospital atiende a través de epesistas en regiones de San Marcos, Chimaltenango y Petén, pero la medicina se entrega en la capital.