Escuche la nota aquí:
En marzo de este año al finalizar el concierto de la colombiana Karol G, una grabación de video muestra una pelea entre cuatro hombres que, por la riña, impiden el paso de una mujer adulta que viajaba en una motocicleta acompañada de una adolescente. Al final de la grabación se observa que dos hombres caen al suelo, la mujer que conducía la moto también se desploma; los tres murieron impactados por balas. El lunes fue condenado a tres años conmutables Christian Heinemann, un especialista militar que deberá ser dado de baja del Ejército tras aceptar la culpabilidad de los crímenes.
Sammy, hermana de Karen Chinchilla, de 31 años que murió en el incidente nos dice:
“No estamos conformes porque, hagan lo que hagan no va a regresar la persona a la que le hicieron el daño y los nenes ya se quedaron sin su mamá, la nena tiene 8 y el nene 11 años”.
Así ocurrió el ataque en el que murieron 3 personas en la zona 16, al finalizar un concierto. pic.twitter.com/GA83VwiEfC
— InfoGT_Noticias (@infogt_noticias) March 7, 2024
Pocos detalles se conocen de la resolución de la jueza Karen Chinchilla del juzgado duodécimo, quien resolvió a puerta cerrada. ConCriterio intentó hablar con la togada sin éxito. Un aspecto llamó la atención de la resolución: se dictó una reparación digna de Q60 mil por cada víctima, y en la redes sociales se generó un debate: ¿cuánto cuesta una vida?
Nadia Castellanos, abogado litigante, cuestiona el monto de la reparación. “Durante el tiempo que llevo ejerciendo he visto que hay personas que reciben Q65 mil, solo por lesiones de un brazo o pierna, no digamos la vida de una persona de quien dependían menores de edad, ¿Qué son Q60 mil?, no son nada.
Castellanos señala que debió aplicarse una fórmula para esta indemnización:
Ella tenía 25 años de posibilidad de seguir viviendo, supongamos que ella devengaba Q3 mil 500 mensuales, son Q42 mil en un año, que es lo que puede generar ella en un salario mínimo y si lo multiplicamos por 25 años, ella iba a general Q1 millón 50 y con base a esos cálculos el juez debe determinar. Sobre la base de los salarios se debe hacer las estimaciones, si se trata de un doctor o ingeniero.
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La sentencia fue de tres años conmutables tras acogerse a la ley de aceptación de cargos entre la primera declaración y antes del inicio del juicio, lo que le redujo la pena a la mitad, como establece la norma. Fue condenado por delito de homicidio en estado emocional violento, que aunque está contemplado en el artículo 124 del Código Penal guatemalteco, no lo define, como sí lo hace la legislación argentina, que explica que “no resulta de la propia y autónoma determinación del autor, sino que encuentra su causa en la acción provocadora de la víctima. Es decir, el autor mata, pero movido por causas externas que lo provocan…”. La abogada Castellanos señala que el MP y la defensa de los familiares podrían apelar la resolución. Este reportero consultó con comunicación social de la dicha institución, pero no respondieron.
Juana Solís, magistrada nos dice: Debieron haber encontrado algunas causas que minimizan la responsabilidad penal, seguro se logró probar que no había dolo, sino un mero accidente. No obstante, fueron vidas humanas las que se perdieron, y para esos están las leyes para hacer reparaciones mediante el sistema. La abogada Castellanos, coincide con el fondo del caso: ¿cómo vamos a sustituir la presencia de la mamá con los niños, no hay dinero para eso, pero digamos que se cumpliera la ley y se repara bien, pues ese millón va a generar beneficios para los niños: educación y alimentación que no les va a poder dar su mamá.
Son dos niños de 8 y 11 años los que deja en orfandad la joven que murió en el fuego cruzado. Su hermana nos dice que tienen dificultades: nos está costando bastante, porque estamos sin trabajo.
ConCriterio intentó comunicarse con el especialista militar y su abogado, pero no fue posible. Las otras dos víctimas son Gerson Barrera, de 21 años y Estuardo Trujillo de 30.