Escuche la nota aquí:
El parque de motocicletas incrementó a un ritmo acelerado desde la pandemia cuando las municipalidades suspendieron el transporte público: ahora circulan 60% más que en 2019.
Según el registro de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) son 2.4 millones de motos en el país. La venta de estos vehículos es un negocio que marcha acelerada con préstamos exprés a intereses altísimos, en especial, de casas financieras sin supervisión.
ConCriterio cotizó tres motos en distintos almacenes para experimentar la oferta.
La primera cuesta Q13 mil 499 en Grupo Uma. El vendedor explica cómo aumentará su valor: La cuota quedaría en Q927 al mes para dos años, ¿y de cuánto quedaría el total de la moto? Q22 mil 248.
Esta tienda trabaja con bancos y con financieras independientes, las cuales, advierte el vendedor, cobran intereses más altos. ConCriterio solicitó ese porcentaje, pero el representante dijo que el dato se facilita si se hace una cotización formal.
Esos créditos independientes no son monitoreados por la Superintendencia de Bancos (SIB), pues constituidas bajo fines distintos, las financieras no están controladas.
En el almacén El Gallo más Gallo, un dependiente nos vende una Pulsar NS200. El precio de partida:
Q21 mil 999. La forma de pago es a crédito o visacuotas y al crédito sí te va a salir cara por el interés. Te soy sincero, entre Q50 o Q60 mil. Trabajamos con financiera propia, por eso es mejor si tenés visacuotas. El interés variará según el plan financiero y las cuotas a pagar. Acá la emisión del crédito es en 45 minutos.
ConCriterio solicitó una explicación en las oficinas del Gallo Más Gallo y aunque aseguraron que responderían, al cierre de la nota no sucedió. La SIB, de su parte, respondió que la legislación vigente no permite regular estas tasas de interés pues se trata de contratos privados.
José Alejandro Arévalo, exdirector de la SIB, explica que la ley no regula esta actividad y analiza si hay intermediación financiera o usura. “Si una persona o empresa usa su propio dinero para dar préstamos, no hay intermediación financiera. No es tan fácil determinar que se está pagando un préstamo con una tasa de usura.
El exdirector de la SIB señala que no hay defensa ante el abuso:
Quitemos que es una moto. Vas a comprar un amueblado que te cuesta Q10 mil, pero no lo puedes pagar; entonces te dicen que la podemos pagar en 15 cuotas de 900, pero al final vas a pagar Q14 mil y no puedes decir nada. Eso se llama crédito comercial, cada vez que compras algo al crédito -una refrigeradora, estufa, plancha, vehículo- y la empresa te va a cobrar lo que ella quiera.
En enero de 2024 el Banco de Guatemala ponderó la tasa de interés en 12.18% anual. Las compras de moto a través de un banco es distinta.
Almacenes Japón trabaja con Banco de Antigua. Acá el precio de la moto es intermedio y el interés anual es 17%:
Q21 mil 447 precio de contado. Y ¿en cuotas? para 24 meses, Q29 mil.
Carlos Vásquez, vocero de la Dirección de Atención al Consumidor (DIACO), anota:
Hay un vacío legal porque la DIACO no tiene en su mandato legal esta cobertura, pero tampoco están protegidos a través de la Superintendencia de Bancos porque no regula propiamente a las financieras. En ese sentido se debe hacer un doble esfuerzo para comunicar a los compradores de los riesgos. No se trata de compras con cuotas chiquitas, sino de grandes deudas. Muchas veces la moto se deteriora, se tira y aún están pagando.
Mauricio López, bachiller y vendedor, compró una moto hace cinco meses. Quería economizar: en trasporte gastaba unos Q30 diarios y con la moto, requería Q120 de combustible al mes. El valor original era Q12 mil y por cuotas pagará Q19 mil. El financiamiento se lo facilitó la empresa Génesis:
En teoría es el 5.75% de interés mensual y ¿con otras? Hay otra que me cobraba 17% de interés mensual porque la moto me salía casi al triple.
Mientras no se resuelva el problema de movilidad de los guatemaltecos, las motos será la alternativa y los comercios ganan en esta cadena.