En la semana del día del padre, el bloque Bien presentó la iniciativa Fomento de la Paternidad Responsable. Andrea Villagrán, diputada ponente, cuenta:
“Actualmente, la licencia de paternidad consta de dos días nada más. En este caso, la iniciativa busca ampliar esa licencia hasta 10 días para asistir al parto y estar presente en esos primeros 10 días o 15 días si hubieran complicaciones y esto también aplica en caso de adopción.”
La ley incluye además seis horas mensuales durante dos años para que los hombres asistan a los controles prenatales y de crecimiento del niño.
El proyecto fue impulsado por la Red de Hombres, un grupo integrado por representantes de organizaciones comunitarias, sociales y de la academia que promueven la igualdad de género en la salud, educación y nutrición. Armando Barreno, el coordinador nacional, expone:
“Nos dimos cuenta de que en países donde la licencia de paternidad es más extensa, se favorecen no solo las relaciones familiares, sino también el crecimiento y el autoestima de los niños, porque hay apego inmediato: desde el parto. Se reducen las muertes maternas, porque está la pareja apoyando al momento del parto, también la desnutrición crónica, porque mientras la pareja esté (en casa), la madre se puede enfocar en exclusiva a la lactancia.”
Mario Macz, piloto de 46 años y padre de 3 hijos, aplaude la propuesta. Él tuvo una bebé durante la pandemia y reconoce que el confinamiento mejoró sus relaciones familiares:
“La diferencia es el tiempo que está uno con ellos y el poder involucrarse más en las tareas que regularmente le quedan a la esposa. Sí, uno al estar más involucrado forja más un hilo con los bebés; sí, ayuda bastante, pero lo veo más en que uno logra reconocer que la pareja hace ese esfuerzo extra que uno a veces piensa: tan fácil que es esto. Y realmente, no es así.”
Además de esos beneficios, en 2021, la consultora de negocios Mckinsey Company entrevistó a 130 padres primerizos de 10 países y descubrió que las licencias de paternidad también benefician las relaciones laborales. Los entrevistados dijeron que estaban más motivados al regresar a trabajar y además consideraban permanecer más tiempo con su empleador.
Silvia Trujillo, socióloga con maestría en derechos de las mujeres, valora la propuesta pero aún cuestiona sus plazos pues considera que 10 días son deficitarios. Villagrán explicó que los 10 días hacen al proyecto políticamente viable y no extienden a más para evitar resistencia del sector privado. La propuesta aún no ha sido socializada con las diferentes cámaras empresariales.
En promedio los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) ofrecen ocho semanas. De estos, seis países no proporcionan ningún beneficio; 15 dan dos semanas o menos y ocho ofrecen 3 meses o más.