Cada 12 de diciembre Guatemala se une a México para celebrar el día de la Virgen de Guadalupe, para rendir homenaje a la “Morenita del Tepeyac” como se le conoce y, quien cuenta la historia, se apareció en 4 ocasiones a San Juan Diego, un indígena mexicano, en el cerro del Tepeyac, México. Ese es el origen de la devoción, cuenta el padre Julio Alejandro Barrios, párroco del Santuario de Guadalupe, en la zona 1:

 “Y es ahí al pie del cerro Tepeyac que escucha que le llaman “Juanito”, él pone atención y es una mujer que le habla. Y es así como se inicia la historia, que culmina cuando queda dibujada la imagen de la virgen en el manto de Juan Diego, luego de eso la fe y la confianza en María de Guadalupe empieza a extenderse en los países de América”

Entre el 11 y 12 de diciembre unas 250 mil personas visitan el santuario de la virgen, los niños tienen un distintivo: visten un traje indígena colorido. ¿por qué? El padre Barrios responde:

Son actos del pueblo, conociendo la historia guadalupana los papás van descubriendo: Juan Diego era un indígena, era un hombre sencillo y lo que quieran es que la virgen vea a su hijo como lo vio a él.

¿Racismo religioso?

En diciembre 2016 Sandra Xinico Batz, una antropóloga maya, publicó en el vespertino La Hora, un artículo titulado: “Los inditos de la Virgen, un ritual sincréticamente racista.”

Xinico Batz, declinó de participar en esta nota, en su columna de prensa escribió: “El ladino sigue pensado en el indígena como irracional: me disfrazo de indio como disfrazarme de cualquier cosa”. Para ella esta celebración es el “retrato de la aceptación de la ideología judeo-cristiana.

Paola Ponce, es una joven mamá, primera en su familia con iniciar la tradición de llevar a su hija Crishna Mariana frente al altar de la virgen, cuenta que lo hace por devoción desde hace 5 años y lo hará por 2 años más como suele ser costumbres. Esta mamá no considera que exista racismo o discriminación implícito:

 “Él era indígena -Juan Diego- y es una representación de lo que él significaba y por eso los vestimos de esa manera”.

Jenifer Rac es otra mamá y nunca pensó que detrás del traje indígena se causara algún perjuicio hacia otras personas, para ellas solo hay una razón:

 “La fe que tenemos con la virgen y agradecimiento a los milagros que siempre nos ha concedido”

El párroco también rechaza esos comentarios y considera que solo se le hace daño a la fe:

También se les viste de indígenas para el 15 de septiembre, en las estampas patrias; no es solo ahora. Por dañar la fe quieren criticar esa característica de vestimenta indígena. No se trata de denigrar al indígena, es darle dignidad, humildad y sencillez.

Para los comerciantes a las afueras del Santuario la venta de trajes típicos, en tanto, se convertido en un negocio de todos los años.