La escasez de agua en la ciudad de Guatemala es latente, pero dos zonas hicieron crisis esta semana: la 18 y 21. 

           En la zona 21, sus  vecinos reportaron falta de agua desde el 3 de mayo, al punto que debieron organizarse para contratar pipas y llenar toneles para sus casas. 

No es la primera. Mónica Pereira, presidenta de la asociación de vecinos de Nimajuyú, tiene 36 años y ha vivido aquí desde que nació. 

“Siempre hemos tenido este problema. Yo he exigido que lo resuelvan, pero como resultado me han denunciado por parte de Empagua y la municipalidad”

Pereira afirma que las autoridades municipales dividieron a los vecinos. Y eso provoca que quienes están a favor de la alcaldía sean favorecidos, como denuncia Dakota Lorenzana, una ama de casa y estudiante de criminología, que vive en este complejo habitacional: 

“Ellos si amor y abnegación por la muni, y a ellos la muni si les mando a regalar una pipa de agua.” 

Esta reportera llamó a la alcaldía auxiliar de dicha zona, pero no hubo respuesta. En una carta enviada a los vecinos, la municipalidad notificó que no tendrían agua del 3 al 5 de mayo, pero reanudarían el servicio de forma paulatina. 

Nimajuyú no es la única colonia de la zona 21 afectada. Carlo Cruz, un hombre alto de 52 años que ha vivido 50 en la colonia Justo Rufino Barrios, cuenta que durante casi 30 años todo marchó bien, hasta el 2000 cuando que la responsabilidad le fue otorgada a las autoridades de la Empresa Municipal de Agua (Empagua). Cruz formó parte del Consejo Comunitario de Desarrollo Urbano y Rural (COCODES) en 2020- 2022 e intentaron dialogar con la municipalidad:

“Siguiendo muy de cerca el problema, nos enteramos de esta situación. Por ejemplo, la red de distribución de agua potable esta obsoleta en la colonia, esto se debe a múltiples factores como tecnología ya obsoleta. Aquí pues nosotros como vecinos ya nos estamos organizando o ya estamos organizados para que estos pozos pasen mejor a poder de nosotros, y nosotros administrarlos”.

No recibieron respuesta. 

Bayron González, consultor ambiental y en manejo de recursos hídricos del Centro de Estudios Urbanos y Rurales (CEUR) de la Universidad de San Carlos, explica la raiz del problema: 

“No se está dando la atención necesaria a zonas que son más populares, como zona 18 y zona 21, donde hay mayor densidad poblacional. Por ejemplo, en la zona 21, el 80% tiene problemas de agua potable y esta semana se ha intensificado. Empagua ha hecho un recorte de agua, supuestamente para mejorar el caudal que va a tener en zona 21 y desde el martes ellos no tienen agua.”

Ocurre igual con la zona 18: alta demanda y caudales insuficientes. El censo de 2018 reporta que esta zona es la más poblada de la ciudad, con 58 mil viviendas. 

En abril de 2022 los vecinos del lugar protestaron después de 5 meses sin agua. Siomara Minera, de 47 años y  lideresa de la comunidad Juana de Arco:

“Es la única forma de llamar la atención  para que estos señores de oficina salgan de las madrigueras. Porque ellos sentados no se dan cuenta de los problemas que hay en las comunidades. Y tapar calles es decir ya basta” 

Minera dice que cada vez que manifiestan, fluye el agua en las tuberías, pero dura pocos días. 

Un estudio del CEUR determinó que el 55% del agua de la capital proviene de pozos que se secan.

“Se estima que para el 2030 la demanda de agua sea mayor que la oferta”.

El estudio resalta que la ciudad crece  acelerada y desordenada y arrastra carencias de servicios públicos, especialmente del abastecimiento de agua y drenajes. Hay inequidad en el acceso a estos servicios en ciertas áreas del municipio de Guatemala. 

Empagua cubre el 70% en toda la ciudad. Provee 550 mil metros cúbicos diarios, pero resultan insuficientes ante un déficit del 25% para satisfacer la demanda promedio. Las zonas periféricas son las más afectadas, mientras las centrales gozan de más abastecimiento.