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La donación de órganos en Guatemala aún es desconocida y a pesar de que se practica desde hace casi 3 décadas, se han practicado solo 150 después de la muerte.
Cindy Ixpancoc, coordinadora de trasplantes del Hospital San Juan de Dios y impulsora de Daré un programa que promueve el carné de donante voluntario:
A la fecha han se han realizado trasplantes cadavéricos 150, estos se hacen desde 1996. Desde un mes después de aprobada la ley.
Los más recientes donantes murieron en accidentes de tránsito:
La mayoría de pacientes que fallecen por muerte cerebral han sido porque se conducían en motocicleta y sin casco; la otra parte, personas que padecen malformación arteriovenosa en el cerebro y tumores cerebrales que hace que colapse todo el cerebro.
En los últimos 11 años el Observatorio Nacional de Seguridad del Tránsito (ONSET) reportó 22 mil fallecidos en accidentes en las vías. Mientras que en el mismo tiempo los fallecidos por muertes violentas fueron 35 mil 428. Todos pueden ser donadores de órganos, cuando se diagnostica muerte cerebral.
La mayor demanda de órganos es de riñones. Cada año se suman 3 mil nuevos casos de pacientes con insuficiencia renal crónica, nos dice la doctora Ixpancoc:
Al informarles quiénes iban a recibir los órganos, tomaron la decisión de colaborar. Fue una decisión difícil porque perdieron a un ser amado.
La médica señala que aunque hay esfuerzos para sensibilizar; aún existe falta de promoción y aceptación del procedimiento; además, de las circunstancias en las que mueren las personas lo complican.
La historia con donantes vivos es distinta: en Salud Pública suman 1 mil 15 en el mismo periodo. “Soy el trasplantado más antiguo de Guatemala hasta la fecha”. Manuel Suruy es un perito contador de 52 años y hace 31 años su papá le donó un riñón. En 1994 sus exámenes debieron ser analizados en México.
Llegaron por fax a los 24 días y tuvo 95% de compatibilidad con su papá de 43 años y se agilizaron los trámites para hacer la operación con éxito en el San Juan de Dios.
Él tenía 21 años y su papá 43. Intervinieron 15 médicos en el procedimiento que duró unas 9 horas. A mi papá lo tuve 26 años después de la operación –falleció hace 5 años– y vivió plenamente con un solo riñón. El receptor debe tomar medicamento siempre.
En su familia hay un plan para donación: donar el órgano es lo mejor que uno puede hacer, sin esperar nada a cambio, tanto cadavérico como en vida.
La ley estableció como prohibición que exista remuneración por donación y los niños están excluidos. Los fallecidos pueden hacerlo siempre y cuando lo acuerden con su familia antes de morir o bien los familiares autoricen. También pueden hacerlo los privados de libertad.
El año pasado los legisladores actualizaron la ley en tres aspectos:
- Muerte cerebral: el donante cadavérico solo puede donar cuando murió bajo esta condición y los forenses deben asegurar este diagnóstico.
- El Estado debe garantizar medicamentos de por vida para trasplantados
- Crea la estructura para que el país cuente con un centro de trasplante.
La organización Daré publicó recientemente en redes sociales videos en donde despiden con aplausos a personas que fallecieron y donaron sus órganos pueden incluso salvar a 4 personas. Ixpancoc: despedimos como héroes de vida a personas que fallecieron por muerte cerebral y que la familia autorizó la donación de órganos.
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El país no cuenta con infraestructura ni especialistas por eso solo se trasplantan: córneas, riñones y segmentos de hígado. El centro de trasplante se expande a otras partes del cuerpo: entre estos el corazón, los huesos y cartílagos, páncreas, pulmón.