Existen bachilleratos más comunes con orientación en computación, dibujo técnico y Ciencias y Letras. También han existido carreras de nivel medio con especialidad en medicina, aviación y otras ramas que el Ministerio de Educación (Mineduc) no autoriza desde hace ocho años.

El Mineduc argumenta que los bachilleratos constituyen un ciclo de preparación para estudiar en la universidad y no deben contar con una especialidad que no se pueda aprender en dos años y sustituir una carrera universitaria. 

A pesar de esa postura, para algunos analistas y exministros de Educación algunas de estas carreras deben certificarse, siempre y cuando se modifiquen los pensum de estudio e incluso los años de duración para tener una mejor preparación preuniversitaria.

Según el Mineduc, actualmente no están autorizados los bachilleratos en criminología, ciencias jurídicas, agronomía, medicina, fisioterapia, laboratorio clínico y enfermería.

Para Francisco Cabrera, analista independiente en temas de Educación, no debería ser un problema el tipo de preparación desde el bachillerato, siempre y cuando se continúe con una carrera similar en la universidad, especialmente porque persisten las quejas por la mala preparación de los estudiantes de nivel diversificado y el tiempo que se ocupa para  nivelar a los estudiantes de primer ingreso.

“No veo problema en que un bachillerato tenga un énfasis hacia una carrera, lo que sí es que en un bachillerato no se puede formar las competencias generales básicas o sustituir una carrera universitaria”.

Cabrera recomienda certificar los bachilleratos con especialidades, siempre y cuando se modifiquen los pensum de estudios con más cursos y existan convenios con universidades para que los estudiantes de bachillerato tengan los conocimientos mínimos de cada carrera.

Cada año miles de jóvenes se gradúan de bachilleres con diferentes orientaciones, aunque pocos de ellos logran posicionarse en un puesto laboral. (Foto : IGSS)

Por su parte, el Mineduc recomienda verificar que la carrera seleccionada por el estudiante esté vigente y autorizada por esa institución, para esto debe observar que el centro  educativo tenga la resolución administrativa del Mineduc, la cual debe estar colocada en un lugar visible, que contenga el nombre de la carrera, jornada de estudios y duración de la misma.

María del Carmen Aceña, ministra de Educación (2004-2008), refiere que en su administración descubrieron 200 bachilleratos, la mayoría con especialidades, los cuales eran deficientes por la escasa preparación de los docentes y el poco tiempo en el que se certificaba una especialidad, por lo que hubo que efectuar una depuración.

“Hay una creencia de que si usted estudia bachillerato tiene una carrera,  pero no es cierto, el bachiller es para que vaya a la universidad, lo que recomendamos es que haya una certificación para saber si quien estudia esos bachilleratos tiene competencias de abogado o en criminología al finalizar, en mi administración encontramos que había hasta bachillerato en mecánica de aviones”.

Aceña dice no hacer de menos las iniciativas sobre los conocimientos que se quieren impartir, aunque estos bachilleratos deberían avalarse por el sector privado o entidades como el Ministerio Público en un bachillerato en criminología, posteriormente se deben evaluar esas capacidades.

“Se están graduando 150 mil jóvenes al año y consiguen empleo 30 mil, y no todos pueden llegar a la universidad. Lo frustrante para un estudiante es ir a pedir trabajo y no sabe hacer nada de lo que estudió”.

Francisco Cermeño, viceministro de Educación en el primer año del actual gobierno, reitera que quien en su momento obtuvo un título de bachiller con orientación en alguna de las especialidades que ahora el Mineduc no autoriza, tiene la certeza jurídica de que lo cursó y queda a criterio de las instituciones o empresas si lo consideran válido.

El 13 de diciembre último el Mineduc autorizó el Bachillerato en Ciencias y Letras con Orientación en Productividad y Emprendimiento, según el acuerdo 3502-2021, esta carrera integra “competencias básicas para la vida que orientan a los estudiantes en la formación personal como ciudadanos, en el desarrollo de habilidades laborales y en la adquisición de los conocimientos básicos para continuar estudios superiores”.