Eran las 07:20 de la mañana del 16 de agosto cuando pacientes y médicos del hospital Roosevelt escucharon una seguidilla de disparos que los aturdieron. Se trató de la peor tragedia ocurrida en un edificio público en la historia reciente. Muerte y temor dejó en un minuto el rescate de Anderson Cabera, en manos de su pandilla: La Mara Salvatrucha –MS-. A partir de entonces las autoridades ofrecen Q150 mil por información que señale su paradero,pero Cabrera se hizo humo.
Melvin García, de 32 años, trabajador del área de mensajería del hospital se encontraba a 10 metros del lugar donde fue liberado el peligroso pandillero. Como pudo, se protegió de la lluvia de balas:
Me quedé paralizado cuando venían disparando desde el carro y fue en cuestión de segundos. El reo que liberaron, él –Cabera- estaba con el policía a quien mataron, se lo llevaron y continuaron disparando cuando pasaron enfrente de la consulta externa-. (…)
Era un caos, no se vio en qué momento lo rescataron porque fue en cuestión de segundos, solo se escuchaban disparos. Ellos no entraron al hospital como se pensaba que habían entrado, ellos solo pasaron y se dieron a la fuga.
Ataque en el Hospital Roosevelt
El rescate de un pandillero resultó en 7 fallecidos y 8 heridos, entre ellos un menor.
Melvin se encontraba frente a la consulta externa y cubría el turno en área de limpieza a don Agustín Batres de 70 años, quien aún ve como un milagro estar vivo, ya que justo ese día tenía consulta en el Seguro Social. Don Agustín dudó pedir el permiso para asistir a su cita médica, ya que creyó que por ser justo un día después del feriado no se lo concederían: (786.10) Yo estaba en que pedía o no permiso, pero algo me impulsó y no me lo negaron. ¡Fue un milagro que me haya salvado!
La doctora Claudia de León, jefa del área de Maternidad, se preparaba para atender a sus primeros pacientes, cuando escuchó las detonaciones creyó que se trataba de una celebración en una iglesia vecina al hospital, pero la realidad la marcó. Pasados 12 meses sigue consternada por la delincuencia.
“La seguridad en el país está muy difícil y más que pensar que lo hayan o no capturado da tristeza que seguimos con tanta delincuencia y que estamos en un hospital que la gente viene a buscar salud y que pasara eso, ya no hay límites”
Las autoridades realizaron una inversión de al menos Q150 mil para la compra de detectores de metal, inmovilizadores, chalecos blindados para sus agentes y la videovigilancia mejoró. Entrar al hospital requiere pasar dos cordones de seguridad, hay agentes tanto de Policía Nacional Civil (PNC) como de empreas de seguridad privada, además de elementos del Ejército. Pero Marco Antonio Barrientos, director del centro asistencial, permanece escéptico: ¿está blindado el hospital? No, nosotros no somos expertos, es un área muy grande y entran muchas personas, hay muchas vías por donde pueden ingresar algunas personas y ocasionarnos daño.
Las 17 puertas de ingreso originales se redujeron a 7. Sin embargo, lo que no disminuye es el traslado de los pandilleros al hospital, pese a las recomendaciones de los médicos, afirma el doctor Barrientos.
“Nosotros estamos pidiendo al Sistema Penitenciario que solo trasladen pacientes con las evaluaciones pertinentes, incluso les hemos dicho que si es simplemente por exámenes de laboratorio, ellos pueden tomar las muestras, trasladarlas y por medio de una red digital del hospital, pueden verificar los resultados e imprimirlos, para que los privados no sean trasladados, poniendo en riesgo a la población.
A sus 29 años Aderson Cabera es uno de los máximos líderes de la MS, en 2013 fue condenado 162 años de prisión por asesinatos. El día que fue rescatodo llegó por una revisión de fragmentos incrustados en su piel.
Hoy a las 9.30 de la mañana se realizará una misa para pedir por el alma de las 7 víctimas: 4 pacientes, un guardia del hospital y dos agentes del Sistema Penitenciario.