El ministerio de Salud Púbica reporta que la desnutrición aguda creció 40% durante la administración del presidente Alejandro Giammattei; la prevalencia de la Crónica, es de 46.5 %: 1 de cada dos niños padecen este mal. La inversión global de este gobierno para erradicar esta enfermedad asciende a Q32.2 millardos durante los 4 años. Y, sin embargo, la prevalencia no se reduce: desde 2015, la Organización de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) reportó Guatemala es el primer país en el América Latina y sexto en el mundo con más niños desnutridos.
En 2013 se implementó la Ventana de los 1000 días: una estrategia que busca erradicar la desnutrición crónica a través de la atención del niño desde su gestación hasta los primeros dos años de vida.
Rubén González, exviceministro de Atención Primaria en Salud y consultor independiente, señala que hay un mal diseño de la estrategia:
“Y si un diseño está mal elaborado, no puede dar buenos resultados. ¿Qué demostró la evidencia? Que cada quien hace intervenciones aisladas, sin tener una integralidad. Si esto no cambia, no vamos a mejorar”.
En la estrategia actual se involucran 18 instituciones entre estas los ministerios de Salud, Educación, Economía, Trabajo, Ambiente, Comunicaciones, Agricultura, Desarrollo Social; también las secretarías de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN) y la Secretaría de la Esposa del Presidente (SOSEP). Estas se distribuyen para 2023 Q11 millardos, de estos el Ministerio de Educación (MINEDUC) abarca Q3.2 millardos y el 98% los destinó para alimentación escolar, el programa que el presidente Giammattei destacó en septiembre pasado el 78 período de sesiones de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El exviceministro refuta: Eso no va resolver en nada, el tema de la desnutrición crónica debe ir enmarcado la estrategia de la Ventana de los 1 mil Días, porque después de los 2 años ya no se puede hacer intervenciones para que su cerebro se desarrolle adecuadamente. Lo que estamos generando es un gran grupo de jóvenes que van a tener limitaciones en su aprendizaje.
La Ventana de los 1000 días propone potenciar las intervenciones desde etapas cruciales:
- 270 días de gestación
- 365 del primer año del niño
- 365 del segundo año
Brenda Mejía, diputada electa de Semilla, comparte que el programa de alimentación escolar solo es un complemento a los “1 mil días”. El próximo gobierno presentó el plan “Alimentando el Futuro” el cual propone invertir en la causa: ampliar la cobertura de agua y saneamiento, por ejemplo; empleo; piso en casas; dotación de insumos para la producción agropecuaria. Y sobre las cifras actuales de incidencia Mejía cuestiona:
¿Qué pasó con el aumento de 37% que hoy vemos? más de 5 mil 700 niños desnutridos del año pasado para acá, cuando previo a la pandemia la cifra redondeaba los 500. Entonces, pretender reducir la desnutrición crónica como se ofrece en nuestro plan, parece ser bastante difícil por las condiciones actuales.
La idea de reducir la desnutrición en el nuevo gobierno surge según Mejía porque: el gobierno de Giammattei nos está dejando el dato más alto de desnutrición aguda e inseguridad alimentaria crónica. Hoy por hoy, tenemos una idea de crisis, pero se empiezan a generar informes en donde el problema se revela tres veces más grave.
Durante los 4 años de administración Giammattei han muerto por desnutrición aguda 266 niños; 298 menos que en la administración Morales.
El gobierno de Alejandro Giammattei duplicó el presupuesto de las últimos tres administraciones para el combate a la desnutrición con Q11 millardos anuales para prevenir los efectos de la Inseguridad Alimentaria y Nutricional.
De los Q11 millardos de 2023, los 114 municipios priorizados tienen asignado Q2.3 millardos, Q1 millardo menos de lo que dispone el programa de alimentación escolar; la refacción en las aulas es la mayor ejecución en estos sitios de prioridad, le sigue el Mejoramiento de Ingresos y la Economía Familiar y en tercer lugar la provisión de Servicios Básicos de Salud y Nutrición.