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“Uno de los grandes obstáculos es que ningún alcalde quiere en su municipio un basurero, porque eso genera resistencia de los vecinos y es lógico que nadie quiera un botadero a la par de su casa”.
Gabriel Alejandro Valle, presidente de la Alianza por la Cuenca del Lago de Amatitlán y miembro de Fundación para el Ecodesarrollo y Conservación (Fundaeco), asegura que el vertedero del kilómetro 22, en Villa Nueva, no fue creado para atender las 1 mil 500 toneladas de basura que recibe a diario desde 35 municipios.
Hay basura que viaja incluso 250 kilómetros para llegar a este sitio de disposición final: de Petén, Quiché, Sololá y Quetzaltenango, entre otros. Tampoco hay gestión adecuada y por eso hay incendios como los del fin de semana. Edwin Castellanos, viceministro de Recursos Naturales y Cambio Climático:
La basura, al descomponerse, genera gas metano, que es inflamable. Todos los vertederos, para que se conviertan en un relleno sanitario, deben tener tratamiento de emisión de gases. Y lo que se hace es meter tubería para que este sea liberado al ambiente y que no se acumule en la basura porque, con eso, lo que se crea, son condiciones de calor e inflamable y esto, con una chispa, puede generar fuego.
Desde hace 12 años el vertedero superó su capacidad y entonces se presentó una propuesta de cierre, la fecha límite era el 2024. Con una actualización, las autoridades esperan que ya no reciba basura a mediados de 2026, tres años más tarde se cierra técnicamente: cobertura de material inerte, vegetación y control de gases.
Financiamiento
Un nuevo terreno para verter basura se gestiona desde la Gran Mancomunidad del Sur, integrada por 8 municipalidades incluida la de la capital, que han solicitado al ministerio de Ambiente asistencia técnica y financiera. Es un terreno valorado en unos Q20 millones y está a la par de la tierra que Villa Nueva adquirió para su propio vertedero. El gobierno central aportará los fondos dice el funcionario:
Tenemos un préstamo en gestión en el Congreso y que va a servir para apoyar a las municipalidades no solo en desechos sólidos, sino aguas residuales.
-¿De cuánto es el préstamo?
-Es del Banco Interamericano de Desarrollo y es por US$300 millones, calculamos que la mitad iría para saneamiento.
El terreno para la basura de Villa Nueva es de unas 20 manzanas, la finca que comprará el gobierno mide el doble.
El viceministro asegura que mediante un convenio entre Ambiente, Salud y Desarrollo Social el apoyo puede ampliarse: Sí sería posible apoyar en la compra de este terreno, sino a apoyar a otras municipalidades en la infraestructura que necesite.
El buen manejo de la basura no es prioridad en otros municipios. José Luis Lux, concejal de la comuna de Ixcán: como en la mayoría de las municipalidades, es un vertedero que se tira la basura al aire libre, sin ningún tratamiento. El asunto es que las municipalidades no cuentan con los recursos suficientes para hacer estudios o propuestas; entonces no es una prioridad como sí lo es la educación, carreteras… La basura no es prioridad”.
Para 2025, AMSA cuenta con un presupuesto de Q55 millones. ConCriterio consultó al Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales Industriales y Financieras CACIF, integrante de AMSA, cuáles han sido sus propuestas, pero no respondieron.