El misterio del ministerio de CIV
Lo que no he terminado de superar -admito que me cuesta horrores- es la doble moral de quienes se muestran de una manera e hipócritamente actúan de otra.
Publicado el 24 May 2024

Si algo advirtió recientemente este gobierno -aunque sus fieles devotos lo sigan ignorando- es que el Congreso le ha dado la espalda. Nada nuevo salvo para quienes creyeron aquello del -ficticio- pacto legislativo anunciado pomposamente el pasado mes de enero.

Los honorables se fueron de vacaciones y dejando muchos pendientes, todos de trascendencia para un Ejecutivo que por ahora no puede presumir de casi nada, porque tiene las manos vacías: ley de competencia, comisiones de postulación y aprobación de un extra de Q14,5 millardos. Sin votos no hay nada de lo anterior, y para que los haya es necesario transar, y en el Congreso eso tiene un único significado: pagar.

Así las cosas determinados constructores convencieron a ciertos diputados de que tenían que cobrarles sus deudas, y eso les redituaría votos necesario en el Congreso. De ahí la solicitud llegó a cierto ministerio que planifica la distribución de fondos. Eso y hacer un listado de a quienes había que pagar fue algo rápido. Además llevaron al Presidente de visita a la zona, para que viera el avance de las obras y así completar el círculo. La componenda política estaba hecha pero no habían contado con la piedra en el zapato de quienes si estaban en el gobierno por las razones adecuadas y no entendían de politiquería, pactos, acuerdos ni pagos a constructores que no estaban en ley, especialmente después de que la mayor parte de las críticas eran justamente contra ese tipo de corruptela.

Quizá esa sea la razón por la que a la secretaria privada de la presidencia se le escapó aquello de “las dos lista no eran iguales, no coincidían” -parafraseando lo que dijo en su comparecencia- porque sabía de la existencia de una lista que fue del gobierno al CIV y que no coincidía con la que la ministra considero que era la buena porque excluía a quienes no cumplían criterios técnicos para el pago.

La solución fue que un presidente, que no lo era en aquel momento porque estaba fuera del país, cesó a una ministra, que tampoco lo era porque estaba en idéntica situación. Ambos tenían a sus sucesores, paso que se obvio y que puede, incluso, como una destitución no legal o, al menos, de dudosa legalidad ¡Otra mancha al tigre!, pero no se podía dejar de observar el listado pactado puesto que, de lo contrario, se rompía el acuerdo político que generaría votos en el Congreso. Sólo cabía destituir a quien no pasaba por el aro.

Después de muchos años enseñando política, analizando situaciones nacionales y viviendo en el país, creo estar curado de espanto y, sobre todo, entender que hay límites que si se desplazan un poquito siguen siendo manejables en la opinión pública y, aunque sea a golpes, encajan dentro de la moral tropicalizada nacional. Lo que no he terminado de superar -admito que me cuesta horrores- es la doble moral de quienes se muestran de una manera e hipócritamente actúan de otra. Reconozco que a estas alturas de mi vida será algo que me lleve al hoyo, pero de lo que me siento orgulloso.

Cómo suele decir este gobierno “la ciudadanía nos eligió con un mandato y es acabar con la corrupción”, aunque cada vez surge algo que muestra que la realidad comienza a distanciarse de aquella oferta. Contrataron a dedo a hijos de, simpatizantes ruidosos, amigos del partido, fotógrafos a precio de diputados y ahora viene esto del listado pactado e impuesto para conseguir votos.

Algunos negarán lo evidente, quizá porque el engañado únicamente es el que no advierte su engaño, pero de eso puede curarse con la razón. El resto comenzamos a advertir, desilusionadamente dicho sea de paso, que en esta sociedad solo hay una forma de operar porque la corruptela está profundamente instalada en todos los sectores y la mayoría de los políticos, especialmente los diputados, tienden a rentabilizar su inversión además de sacar centavitos extras que les permitan sobrevivir algunos años más, que es lo que han hacen la mayoría de ellos.

Esperemos que no se siga tirando de la cuerda y veamos que hace el nuevo ministro de CIV. No sé si ya le llegó alguna lista o sencillamente le dejaron el pago de proveedores hecho.

miradorprensa@gmail.com 

Pedro Trujillo
Pedro Trujillo

Socio fundador de ConCriterio, S.A., empresa de generación de contenidos periodísticos. Profesor universitario y conductor de radio y TV

Sobre Pedro Trujillo

Socio fundador de ConCriterio, S.A., empresa de generación de contenidos periodísticos. Profesor universitario y conductor de radio y TV