Tres semanas después de su juramentación, el Procurador de Derechos Humanos (PDH) José Alejandro Córdova Herrera es defendido y criticado incluso por quienes lo eligieron. Los reproches provienen de su silencio y su postura indefinida en los problemas coyunturales; mientras que sus defensores prefieren que se mantenga al margen de temas políticos que, según ellos, no le corresponden.
Córdova Herrera no se ha pronunciado en temas que generaron el repudio en la sociedad: como la persecución contra fiscales y jueces anticorrupción; la discusión de iniciativas polémicas como la que daba más libertad a la fuerza policíaca en las manifestaciones; o la propuesta contra la ciberdelincuencia que penaliza los “memes” en contra de funcionarios. Ambas fueron engavetadas a raiz de las protestas para que no se aprobaran.
Hubo, no obstante, una iniciativa del nuevo PDH que causó sorpresa: el comunicado que emitió dos semanas después de su nombramiento para ofrecer su mediación en la crisis en la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC). La Coordinadora General de Estudiantes (CGE) de la universidad le pidió que se abstuviera de intervenir. Los estudiantes dicen que no cabe su participación pues “no se ha pronunciado previamente para evidenciar las violaciones a los derechos Humanos” que, según ellos, afectan a estudiantes y docentes opuestos a la elección del rector universitario Walter Mazariegos.
Esta postura la comparte el Frente Universitario por el Rescate de la USAC, dice Beatriz Consenza, catedrática de la Escuela de Ciencias Físicas y Matemáticas, al afirmar que los estudiantes y catedráticos no confían en el nuevo PHD:
«No se puede pensar en alguien que tiene vínculos con el oficialismo y que no ha manifestado si reconoce o no a Walter Mazariegos como rector, no expresa su opinión, parece que ni siquiera va defender los derechos humanos de los que están en oposición».
La diputada del movimiento Winaq, Sonia Gutiérrez, quien votó para elegir a Córdova, dice que es “prematuro” evaluar el desempeño del PDH y no esperan que tome el papel del exprocurador Jordán Rodas, pero tampoco comparte su “silencio” en temas importantes.
«Es una señal de que está cayendo en esa cooptación del Estado, sabemos que tuvo respaldo muy fuerte del oficialismo. Él se debe al pueblo, pero notamos que se inclina a un interés del oficialismo y está separado del trabajo que debe hacer».
¿Por qué votó por él? Gutiérrez:
«Vi en él un perfil y la posibilidad de que mantendría la institucionalidad de los derechos humanos, con la expectativa de que haría un buen trabajo, lamentablemente hemos notado que no es así».
“Como todo nuevo funcionario debe tener cautela mientras se informa del estado en que recibe la institución”, refiere el diputado Orlando Blanco, quien asegura no se arrepiente de su voto a favor y espera que en los próximos meses cambie el actuar del funcionario.
«El PDH es la conciencia del Estado y los guatemaltecos no queremos una conciencia muda, debe ser objetivo e imparcial. Puede ser que esté condicionado por las fuerzas oficiales que lo apoyaron. Creo que ahorita está en un espacio donde él no sabe exactamente para donde moverse».
Lejos de calificarlo mal, el diputado Antonio Arenales Forno del partido Valor y presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso, sostiene que el PDH fue el mejor calificado de los 34 aspirantes y, según él, toma su cargo en serio porque hay temas en los que el procurador no debe intervenir, especialmente en las denuncias de persecución política.
«La función de una procuraduría es procurar que se garanticen los derechos humanos, ver si funciona bien el ministerio de Educación; en Salud ver cómo están los hospitales; creo que él responsablemente está revisando estos temas. Si a alguien le abren un proceso en el sistema de justicia, el procurador debe velar porque haya un debido proceso, pero no puede decir que hay una persecución. En su elección no se puede decir que hubo sesgo o direccionalidad en su atención, se eligió a la persona más calificada con independencia».
El magistrado de conciencia dijo a Con Criterio que no podía atender una entrevista porque se encontraba en una reunión de trabajo, pero en la única entrevista concedida al medio Plaza Pública, a una semana de su nombramiento, dijo que no es afín a ningún partido político:
«Soy independiente y lo que me respalda es mi experiencia y perseverancia».