La pugna por la designación del “representante” del Congreso en la Junta Monetaria ha vuelto a evidenciar la correlación real de fuerzas en el Congreso; la pugna por el poder y quienes realmente lo ostenta, pero también quienes no.
Antes de la Semana Santa, se rompió sorpresivamente el quorum cuando se debería proceder a la votación porque, presumiblemente, el candidato de SEMILLA no contaba con los votos suficientes para ser nominado, algo que se dio por supuesto en ese “pacto” que dicen hay en el Legislativo en torno a aquel partido. Al regreso de vacaciones, y poco antes de la votación, el diputado Pérez desistió de continuar con su candidatura porque, efectivamente, seguía sin tener los votos necesarios y no era cuestión de mostrar públicamente que aquel “triunfo” que pretendieron mostrarnos, no existe. Es de suponer que, en contrapartida, habrán negociado votos para apoyar futuros proyectos.
Y es que SEMILLA no termina de cuajar como director de orquesta legislativa, y el resto de los grupos y ciertos desafectos -particularmente de la UNE- conforman una suerte de poder paralelo con personajes muchos más avezados, manipuladores y conocedores de todas las triquiñuelas posibles, tal y como lo han venido demostrando por años, además de una ética política acomodaticia.
Convencieron a SEMILLA de retirar su perdida candidatura y presentarlo como un “acto de honradez política” -oxímoron donde los haya- con la triquiñuela de que los apoyarán en el único esfuerzo teórico que les sigue quedando: la ley de competencia. Ignoran que dicho marco legal fue propuesto inicialmente por la UNE y que siguen siendo exdiputados de aquel partido, ahora en desbandada, quienes lo promueven -uno el que ha quedado como representante en la Junta Monetaria-, y que la capitalización que SEMILLA cree que hará de dicha ley terminará alimentando el ego y el discurso de quienes son sus enemigos políticos, aunque se vendan con piel de oveja, buenos propósitos y cambio de filosofía ¡Cómo si eso fuese creíble en personajes que han estado bajo las enaguas de Sandra Torres!
Por lo tanto, la inexperiencia, la buena fe, las ansias de poder y el deseo de capitalizar una representación que no tienen, hace que los bisoños diputados semilleros crean en las ofertas que les hacen sus pares, mucho más experimentados, voraces, retorcidos e inmorales, y que terminarán arrebatándoles el poder con el que dicen contar. Y van despacito, suave suavecito, como propone la canción, pero con gran efectividad.
Los que no quieren aceptar esa realidad, y justifican cualquier barrabasada, arguyen que son objeto de conspiraciones y echan la culpa a la CC, al MP, al sistema judicial, y a quienes en redes siquiera se cuestionan la torpeza y necedad de los representantes de SEMILLA, en una sinrazón por defender no importa que actuación inapropiada o bisoña de inexperimentados diputados. Buscan complots y dirigen las culpas a que todo el sistema -el mundo en general- está en contra de una especie de héroes sin darse cuenta de que no dejan de ser protagonistas de Los Increíbles o los Superfantásticos, pero que en el fondo no existe tal capacidad sobrehumana.
No se cuánto tiempo durará ese cheque en blanco sin límites y defensas a ultranza que desconocen la razón, aunque no me cabe la menor duda que el trompazo será estrepitoso en la medida que el tiempo avance y vayamos viendo acuerdos multipartidarios en pro de rentabilizar la curul de muchos, fin último que persiguen los electos, puesto que la inversión realizada no puede recuperarse -con sus correspondientes intereses- caso de no contar en esa cuota de poder oscuro y negociable.
Así las cosas llegamos a las puertas de los 100 días con las manos vacías pero con fausto discurso, esperanzas sostenidas sin sustento y contenida frustración, al descubrir que no había planes, equipo, ruta estratégica, votos suficientes ni capacidad para seguir un camino difícil.