El temible #RenunciaYa hacia los gobernantes vuelve como fantasma a tocar la puerta de la Casa Presidencial: esta vez a 18 meses de iniciada la gestión del mandatario Alejandro Giammattei. Los cibernautas además de la petición, traen a la memoria las palabras de Giammattei en campaña, cuando recriminaba a Jimmy Morales, su antecesor:

“Presidente la gente en los hospitales se está muriendo por falta de medicamentos. ¡Qué bueno que le estén regalando cosas, qué malo que esté limpiando bodegas de cosas obsoletas y vencidas que no es lo que la gente requiere! Guatemala necesita de un Presidente que asuma el liderazgo del país cuanto antes”.

Durante seis años las plazas del país se han llenado ante el descontento social por diferentes crisis en distintas administraciones. Pero demandar la renuncia no es la ruta, coinciden diferentes actores sociales. Tampoco llenar las plazas, señala Carmen Rosa de León Escribano, directora del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES), una de las organizaciones no gubernamentales que durante el fin de semana demandó a Giammattei dejar el cargo.

“Yo creo que hay condiciones diferentes en el movimiento social porque hay más madurez, se está planteando algo más serio. Lo que se está pidiendo: si es la renuncia del Presidente, un gobierno de transición con el vicepresidente y la depuración del Congreso para avanzar en otra etapa, en otras condiciones”.

Más que plazas con miles de personas indignadas, la entrevistada apunta a la demanda de reformas al modelo político.

Luis Mack, analista político:

Tenemos que plantear una renovación profunda de sistema político y eso pasa por renovar a los partidos políticos y ofrecer alternativas democráticas; todo esto no se plantea de la noche a la mañana y lo primero que hay que hacer es eliminar las respuestas fáciles: RenunciaYa es una respuesta fácil que no soluciona nada, lo ideal sería fortalecer partidos políticos para que lleguen autoridades que sepan escuchar el clamor popular. Entonces tenemos que en 2023 lo más probable es que va a surgir un candidato que no va tener características democráticas y en 2024 vamos a pedir renuncia y eso no es sostenible.

La corrupción es un detonante que despierta al #RenucniaYa, pasó con Pérez Molina y Morales en temas de aduanas y construcción de obra pública. También con Giammattei, a quien le sumó la pandemia y las sospechas del negocio opaco en las vacunas contra el Covid-19.

Guatemala recibió el fin de semana 200 mil dosis de Sputnik V con lo cual suman 350 mil de 16 millones de vacunas por las que el gobierno pagó Q614.5 millones. El Ministerio Público inició una investigación sobre el caso, mientras el país se sostiene de donaciones. En los próximos días EE.UU. enviará 1.5 millones de inmunizadores. Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (FUNDESA), cree que eso aplacará la frustración y exigencias al gobierno, no obstante:

Definitivamente lo que se tiene que trabajar es una reforma a la Ley Electoral, esas han sido las demandas desde el 2015. Hay una propuesta en el Congreso, pero ha sido poco socializada y discutida con otros actores y ese esfuerzo hay que fortalecerlo. Se tiene que cambiar la forma de participar en la política.

El analista Mack, agrega:

Habría que capacitar y concientizar al ciudadano que las opciones que ha votado en los últimos 20 años no son adecuadas, pero ¿cuáles son las opciones? El sistema tiene muy pocas.

Las encuestas Cid-Gallup, colocó a Giammattei en su reciente encuesta en la posición 10 de 11 evaluados América Latina con 21% de aprobación. La consultora Mitofsky ubicó en 2019 a Jimmy Morales como uno de los peores presidentes, en la posición 18 de 19.  Otto Pérez Molina, apenas tenía la aprobación del 12% de la población a solo 21 días de que renunciara al cargo.