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El sistema contra Alejandro y Miguel
Todo indica que la Corte Suprema eterna le ha ganado el pulso al Presidente cuyo poder es cada vez menor. Pero él no se resigna.
Publicado el 04 Nov 2022

El presidente Alejandro Giammattei puede ya haber fracasado en su esfuerzo por sustituir a los magistrados de salas de Apelaciones y de la Corte Suprema de Justicia. Esos magistrados se mostraban antes asustadizos frente a los gritos y arrebatos del gobernante, pero de un tiempo a esta parte se han vuelto respondones.

Los magistrados de la Suprema han logrado frenar el intento de Giammattei de sustuirlos y se quedan porque se quedan. Así le disguste al Presidente quien había logrado ya un acuerdo con Sandra Torres para nombrar a sus sustitutos.

El gobernante ha notado con disgusto la escasa disposición de la Suprema a bailar al ritmo que él prefiere en las elecciones del 2023.

Sin embargo, tercos como son, el Presidente y sobre todo Miguel Martínez, aún sueñan con pajaritas preñadas. Creen que después de reunir tanto dinero y poder en sus manos gracias a la cooptación de instituciones y la promesa de impunidad por parte del Ministerio Público, lograrán lo que hasta hoy no ha logrado nadie: trascender a un periodo presidencial y mantener el poder después de 2024.

¿Qué los hace acariciar esa ilusión pese a no conseguir la sustitución de los magistrados ahora insumisos y tampoco lograr que su favorito para la Contraloría se quedara con el cargo? Pues que cuentan con tres votos seguros en la Corte de Constitucionalidad. Votos invariables para ellos, según presumen.

Ellos piensan que los magistrados Leyla Lemus, Néster Vásquez y Héctor Hugo Pérez Aguilera son su carta segura para resolver en última instancia la exclusión de quien resulte oportuno del proceso electoral. A Dina Ochoa no la consideran enteramente alineada con sus intereses pero tampoco descartan persuadirla.

La resolución de la Corte para imponer al Comité Olímpico oficialista, encabezado por Jorge Rodas, así se los demuestra. En la CC nadie les gana.

Pero lo cierto es que Giammattei y Miguel Martínez carecen de garantía de que las cosas salgan como a ellos les plazcan. Y su intención de llevar hasta el extremo del riesgo al propio sistema con tal de salirse con la suya puede disuadir a sus aliados.
A la hora crucial los vencerá el sistema.

Giammattei es, como gobernante, simplemente un usufructuario temporal del poder. El sistema, del cual se benefician de forma más prolongada un Presidente, diputados, contratistas y la elite económica, convertidos temporalmente en financistas de campaña y luego en mecenas de los gobernantes, se preserva a sí mismo de la manera más eficaz.

¿Va a ponerse en riesgo por un capricho de quien ha llegado a controlar todas las instituciones mientras tiene acceso a decidir a quién se le entrega qué porción del Presupuesto para su uso y disfrute? Muy difícilmente. Es improbable que la Corte de Constitucionalidad termine aceptando todos los caprichos del Miguel y del gobernante. El riesgo de prolongar en el poder a un partido oficial es una frontera que nunca ha cruzado el sistema. Y hoy no se ven razones de peso para rebasarla.

¿Qué Giammattei ha repartido más dinero que nadie? El próximo también habrá de hacerlo. Y el siguiente, y el otro. Hasta el final del propio sistema.

Juan Luis Font

33 años de hacer periodismo, reportear, conducir, fundar y dirigir medios.

Sobre Juan Luis Font

33 años de hacer periodismo, reportear, conducir, fundar y dirigir medios.