Los diputados de Creo (Compromiso, Renovación y Orden) votaron a favor de Shirley Rivera, la diputada oficialista, para que repitiera en el último año de Legislatura como presidenta del Congreso y apoyaron el proyecto de Presupuesto 2023 del gobierno.
Antes de eso, Oscar Chinchilla, el ex presidente del Congreso, había ganado la Secretaría General del partido y de resultas había desplazado a Rodolfo Neutze, también diputado, de esa posición.
Y Neutze se ha distanciado del líder fundador del partido, Roberto González Díaz Durán (Canela) quien vuelve a competir por enésima vez a la alcaldía metropolitana. Neutze en cambio ha decidido no volver a ser candidato a diputado por ese partido.
Esos tres hechos relevantes se producen en el marco de un rumor que no es más que eso, y no existe opción real de sustentarlo: la supuesta inversión del omnipresente Miguel Martínez en el partido.
Creo arrancó la Legislatura con una posición de defensa de la democracia y con una coincidencia constante con partidos de centro izquierda como Winaq o Semilla frente a la alianza oficialista. Progresivamente sin embargo, fue acercando su posición hacia el Gobierno, que repartió a manos llenas dinero público para ganar aliados. Esto es, que ha recorrido el camino inverso de los otros partidos de derecha representados en el Congreso. Diputados como los de Zury Ríos o los diputados Unionistas, por ejemplo, votaron a favor del gobierno y le prestaron su apoyo para extender de facto las magistraturas de la Corte Suprema aliada, votaron junto a los oficialistas para tener una Corte de Constitucionalidad llena de amigos y callaron de forma cómplice cuando se excluyó con una movida político jurídica a la única magistrada que no cantaba en el coro del oficialismo. Además, se regocijaron cuando esa Corte de Constitucionalidad y la Fundación contra el Terrorismo forzaron a los postuladores adversos a la actual Fiscal General a volver a nominarla.
Y no es sino hasta que está en juego la posibilidad de cobrar el poder, actualmente en manos de Alejandro Giammattei y Miguel Martínez, que marcan distancia táctica de ellos.
Creo lo hace al revés. Se acerca al poder cuando éste va de salida pero está dispuesto a invertir para conservar un pedacito de él.
Creo ha invitado al doctor Francisco Arredondo, empresario, profesional reputado, ex ministro de Salud en tiempos de Otto Pérez Molina (cargo que abandonó en cosa de dos meses al percatarse de cómo marchaban ahí adentro las cosas) para que sea su candidato presidencial.
Pero Arredondo, a diferencia del partido que pretende postularlo, presenta una postura de abierto rechazo a la corrupción del gobierno.
Por supuesto que para el partido lo más relevante es mantener una bancada en el Congreso.
Creo tenía prevista su Asamblea de proclamación de candidatos para el 22 de enero. Pero la ha aplazado para el mes de febrero sin establecer todavía una fecha concreta.
Con o sin apoyo de Miguel Martínez, ¿es Creo una alternativa para su voto?