Carmen Soto, gerente general del restaurante Del Arco en Antigua Guatemala, habilitó una nueva plaza en su negocio fruto de la reapertura de sitios de comida en su municipio. No salió a contratar ni meseros ni cocineros, sino a la persona que en pandemia se vuelve esencial para casi cualquier negocio: un repartidor.
Según sus cuentas, el restaurante invirtió casi Q15 mil para costear la motocicleta y las mochilas térmicas para llevar los alimentos a sus clientes. Hoy el 10% de los servicios atendidos en Del Arco son llevados a la puerta de la casa de sus clientes.
La motocicleta de este restaurante es apenas 1 de las 1.7 millones registradas por la Superintendencia de Administración Tributaria en 2020, las cuales representan ya el 42% del parque vehicular del país.
Charles Hess, Director Ejecutivo de Cabi Economics, consultora dedicada al análisis de mercados, comenta:
“En 2020 creció más del 15% la venta de motocicletas, si veníamos con 8% en años anteriores, este año fue el doble de crecimiento. Lo impresionante no es tanto ese total del año, si no los últimos meses. En diciembre se vendió un 74% más de motos que el año pasado.”
Hess dice que el crecimiento responde a las medidas de contención de la Covid-19:
“Mucho del crecimiento de las motocicletas se da debido a la pandemia: por la necesidad de transportarse y no tener la facilidad del transporte público y por el miedo a contagiarse. El delivery es como un extra, el mismo negocio y las personas que perdieron su ingreso buscaron otras maneras de ganarlo y uno de los negocios que más tuvo auge en la pandemia fue el factor delivery y ventas en línea.”
Este último es el caso de Jefferson Monroy de 38 años, un animador y DJ cuyos sueldos se vieron afectados por la pandemia. En marzo de 2020, Monroy se inscribió como repartidor en Glovo para aumentar sus ingresos. Él asegura que los toques de queda aumentaron los pedidos y la demanda se mantiene:
“Ahorita la aplicación de Glovo cuenta con más de 500 motoristas en el perímetro de la ciudad capital y sí hay demanda. Hay demanda porque hay muchas personas que no se arriesgan o no quieren salir a los supermercados o los comercios.”
El caso de Guatemala no es aislado, pues la tendencia en las grandes ciudades es al crecimiento del reparto a domicilio. Este martes Uber compró Drizly, un servicio de entrega en puerta de bebidas alcohólicas, por USD$1.1 millardos. El traslado de productos a las puertas de los clientes fue el salvavidas de la multinacional: mientras los ingresos por viajes se redujeron en un 53%, la entrega de alimentos aumentó en un 125%.
En Latinoamérica la inversión tampoco es escasa. En septiembre del 2020, la compañía de entrega líder en el mundo, Delivery Hero, compró las operaciones de Glovo en esta región por US$273 millones. En marzo de 2021, compañía española cesará sus operaciones y Delivery Hero entrará como el nuevo competidor en el mercado del servicio de entregas a domicilio. En marzo, las mochilas amarillas, se volverán rojas en Guatemala.
Según los datos presentados por Statista, una plataforma global de datos empresariales, se espera que el mercado internacional de entrega de alimentos en línea alcance los US$151.5 millardos en 2021 con una tasa de crecimiento anual proyectada en 6.4%.